Panorámica del grupo 'popular' durante un pleno del Parlament. | Alejandro Sepúlveda

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El Partido Popular (PP) quiere convertir el epílogo del 'debate sobre el estado de la Comunidad', que se celebró el pasado martes, en una censura global a la gestión del anterior Ejecutivo y «constatar» que la mayoría de acuerdos que ha tenido que tomar desde que gobierna son consecuencia de la gestión del pasado.

Hasta 20 propuestas de resolución que incluyen reproches, censuras claras o descalificaciones de medidas del Govern que presidió Antich ha presentado el PP para que se discutan en el pleno el próximo martes. Todas se aprobarán (tiene mayoría absoluta), incluyendo dos peticiones al Govern para que audite la gestión de dos proyectos de aquel Ejecutivo: el de la rehabilitación de la Platja de Palma y el de la construcción del tren a Artà. Mabel Cabrer, portavoz parlamentaria del PP, explicó ayer que no había indicios claros de irregularidades financieras pero que era necesario aclararlo.

Loas y alabanzas

Esta estrategia de 'oposición a la oposición' ya fue apuntada por el president Bauzá en su discurso del martes y en sus réplicas posteriores. En sus propuestas de resolución, el PP no ahorra calificativos para calificar actuaciones del pasado: «nula actuación» para reclamar el dinero de los convenios en carreteras; «mala gestión» de los fondos europeos por parte del SOIB; «negligencia» por poner en peligro a las compañías navieras; «nefasta» gestión sanitaria y en política social, etc. Así hasta en 20 propuestas.

Los grupos parlamentarios ha presentado un total de 144 propuestas de resolución, de las que 78 corresponden al PP. De éstas, las que no suponen una censura al equipo anterior, están dedicadas a «felicitar» al Ejecutivo o «constatar» el éxito de las medidas.

El PP no incluye ninguna propuesta que haga alusión al 'código ético' o la necesidad de «regenerar» la vida política. Además, y tal como avanzaba ayer este periódico, ha quedado aparcada la idedea de recortar los escaños del Parlament.