Una industria de recuperación de CSR (combustible sólido recuperado) como el que el Consell pretende importar a Mallorca para su incineración. | ultimahora.es

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La Alianza Europea por Residuo Cero (Zero Waste Europe, ZWE) ha denunciado que Mallorca albergue la planta de incineración de mayor tamaño del sur de Europa y que requiera la importación de residuos para alimentar «su exceso de capacidad».

Esta coalición que aúna a ayuntamientos, empresas, universidades y organizaciones que trabajan para disminuir los residuos en Europa ha publicado un artículo en su página web en el que se hace eco del caso de Mallorca y denuncia que las directivas europeas en materia de traslado de residuos permiten que la isla vaya a importar basura.

El análisis de ZWE parte de una denuncia formulada por el grupo ecologista GOB, según ha indicado la entidad balear en un comunicado.

ZWE denuncia en su artículo que una isla turística de reducidas dimensiones como Mallorca tenga una sobrecapacidad de incineración que justifique la aprobación de una ley que permita importar residuos de Europa, con los consiguientes perjuicios ambientales, económicos y sobre la salud pública vinculados a la incineración.

El escrito de ZWE denuncia que Mallorca generó 542.094 toneladas de basura en 2011, cuando Son Reus tiene una capacidad de incineración de 736.000 toneladas.

Indica que se trata de la mayor incineradora del Sur de Europa, que en 2011 quemó el 84 % de todos los residuos urbanos de la isla, lo que implica que la mayoría de los materiales reciclables y compostables de la isla son incinerados.

La entidad también denuncia el establecimiento de una tarifa en Mallorca que implica que cuanto más se recicla, más se paga, ya que cuanto más se incinera más barato sale al ciudadanos el tratamiento de residuos y más gana la empresa concesionaria Tirme.

ZWE ha denunciado el caso ante el Comisario Europeo de Medio Ambiente Janez Potocnik advirtiendo que la mala aplicación de determinadas directivas europeas en materia de transporte de residuos, deriva en casos como el de Mallorca que considera de «mala praxis política».

El GOB ha añadido que el incumplimiento de las directivas europeas en materia de sostenibilidad y eficiencia en la gestión de los residuos podría hacer que Mallorca recibiera multas graves de las instituciones de la UE por incumplir los objetivos de reducción, reciclaje y reutilización.