José María Rodríguez, durante una intervención en el Parlament balear. | Jaume Morey

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El juez Castro reanuda este fin de semana las declaraciones del ‘caso Over Marketing’, y lo hará con el interrogatorio del expresidente del Govern Jaume Matas, de su cuñado y extesorero del PP balear Fernando Areal, del presidente del Parlament, Pere Rotger, y del exdelegado del Gobierno en Baleares y exconseller de Interior José María Rodríguez, todos como imputados.

El primero en declarar será Rodríguez, que lo hará hoy para ser interrogado sobre «sus relaciones con la entidad mercantil Over Marketing y su administrador, Daniel Horacio Mercado Lozano; intervención en la financiación de las campañas electorales del PP de Balears de 2003 y 2007; contrataciones públicas de que fue objeto la anterior entidad y otras de su entorno durante el tiempo que desempeñó el cargo de conseller d’Interior del Govern y los hechos que se deriven».

Y seguro que Rodríguez acudirá puntual a la cita, pero es de suponer que su forma de actuar será distinta a la que tuvo en el Parlament en 2007. Porque ésta (la del Parlament) podría utilizarse como la demostración de lo que, además de ser en ocasiones palabras vacías, carece de un nivel mínimo de rigurosidad.

La historia

La historia comenzó cuando llegó a manos del diputado del PSIB Antonio Diéguez una tarjeta comercial de Daniel Mercado dirigida al entonces conseller Rodríguez. En la misma se citaban diversos nombres. También apareció la copia de una carta dirigida a la secretaria técnica de Interior en la que se hablaba del pago de una factura por otro concepto del que figuraba en la misma. Todo ello provocó que el diputado Diéguez formulara una serie de preguntas en el Parlament. Las mismas, así como las respuestas del conseller Rodríguez, quedaron registradas en el diario de sesiones del 27 de febrero de 2007. Unas preguntas que, en síntesis, guardan una relación muy estrecha con lo que se está investigando ahora en el marco de la ‘operación Mupi’. Por ejemplo, Diéguez le preguntó a Rodríguez si era habitual el que desde su Conselleria se contrataran servicios por el procedimiento negociado y sin publicidad.

El entonces conseller respondió así: «La pregunta no sé de que va, pero evidentemente yo impulso la acción de la Conselleria. No sé qué entiende usted (...) personalmente de modalidad de contratación. Pero estoy seguro de que me lo explicará usted».

Diéguez retomó su turno y dijo, entre otras cosas: «Me refiero a que usted, acompañado por la directora general de Función Pública, encargó a una empresa de Pozuelo de Alarcón un trabajo por importe de nueve mil euros. Lo llamativo es que fuera usted mismo quien contrató y también quien pidió que se cambiara el concepto de la factura. Pero lo más grave es que en 2005 ya tenía usted acuerdos con esta empresa para que les efectuara trabajos para 2007, trabajos que tenían que concretarse con un tal Miguel Ramis. En un tarjetón manuscrito se dirige a usted como ‘querido conseller’ y le habla de próximas reuniones. ¿Qué trabajo de publicidad tiene pendiente el Govern para 2007 en el año 2005? Un partido sí que tiene un gasto de publicidad porque entramos en campaña electoral, pero un Govern no».

Preguntas

Diéguez continuó: «¿Por qué motivo se encarga personalmente el señor conseller? ¿Por qué motivos se habla de acuerdos para 2007? ¿A qué Miguel Ramis se refiere? ¿Estaba usted contratando con esta empresa (Over) compensaciones publicitarias a favor del PP para la campaña electoral? Señor conseller, me da la impresión de que está usted en un buen lío».

Y la respuesta de Rodríguez: «Desconozco totalmente lo que usted me acaba de decir y tendrá que probarlo. O sea, no sé ni a qué tarjetón se refiere, ni a qué empresa ni nada de esto. Usted me enseña una cosa pero no es mía. Usted me podrá acusar de mis actos, no de algo que usted dice que me han dirigido a mí, tendría que probarlo, usted es un buen abogado. Por tanto mire lo que le digo: no sé nada de nada, pero cualquier expediente de contratación de la Conselleria de la que soy titular está a su disposición para que lo investigue».

Un último dato, en aquellas fechas el president del Parlament era Pere Rotger.