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Junto con Pescara, la capital de Italia, Roma, puede ser otro de los orígenes de los residuos que Tirme podría quemar en Son Reus para rentabilizar la explotación de las incineradoras y evitar el incremento de las tarifas durante el próximo año; tal y como pretende el Consell de Mallorca.

La enorme planta de Malagrotta, a la que cada año llegan 1'8 millones de toneladas de residuos, y cuyo vertedero está al borde de la saturación, «puede ofrecer alrededor de 150.000 toneladas de Combustible Sólido Recuperado (CSR)», comenta su director, Mauro Zagaroli, el cual explicó ayer a un grupo de periodistas mallorquines el proceso de tratamiento que en el caso de la capital italiana incluye un proceso de gasificación. De hecho, la 'oferta' romana sólo sería para los próximos tres años, el plazo que Malagrotta -que explota el consorcio privado Colari (Consorzio Laziale Rifiuti)- necesita para que entre en funcionamiento la planta de gasificación y consuma su propio CSR.

Coste

De las 150.000 toneladas de CSR -que ahora se arrojan al vertedero- una parte podría acabar en Son Reus. «El coste de enviar nuestro CSR al norte de Italia por ferrocarril es similar al que tendría llevarlo a Mallorca por vía marítima», admitió Zagaroli, aunque no ocultó que Tirme compite con la demanda de incineradoras alemanas y holandesas.

«La cifra total del eventual envío a Mallorca no está cerrada», reconoció el director de Malagrotta, el cual argumentó que «en el caso de roma no habría ninún problema con la estacionalidad de la demanda de Son Reus, podríamos adaptar los envíos a la capacidad de los hornos de Tirme en Mallorca».

Los directivos de Tirme que acampañaron la delegación de periodistas a Italia -Rafael Guinea y Antonio Pons, directores de Producción y de Proyectos, respectivamente- admitieron que todavía se está negociando con los responsables de las plantas de Pescara y Roma -la posibilidad de Nápoles está prácticamente descartada-, aunque son las candidatas más firmas a cerrar la operación -junto con otras empresa irlandesa- para quemar los residuos en Son Reus. Todo ello en el caso de que el Parlament de la correspondiente autorización.