Los trabajadores se concentraron en el exterior del hospital de Son Espases sin cortar el tráfico rodado. | Joan Torres

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Numerosos trabajadores del hospital de Son Espases volvieron a protagonizar en la mañana de ayer una protesta para reclamar la gratuidad del aparcamiento subterráneo, la cual transcurrió sin ningún tipo de incidentes al contrario de la jornada anterior, cuando se detuvo a una doctora que se negó a identificarse.

Agentes de la Policía Nacional controlaron que los manifestantes no interrumpieran el tráfico para evitar el colapso en los accesos a Son Espases, circunstancia que supuso que la entrada y salida de vehículos del complejo sanitario se realizó con normalidad.

Todos los sindicatos con representación en el comité de empresa de Son Espases solicitaron la dimisión del gerente del hospital, Juan sanz, por su actuación en el conflicto generado por el cobro del aparcamiento.

Por otra parte, el sindicato de enfermería Satse denunció ayer que durante el verano se han cerrado un total de 310 camas en los hospitales de la red del Ib-Salut, de los que 139 corresponden al de Son Espases, 70 a Son Llàtzer, 44 al Joan March, 25 al Hospital General, 16 al hospital de Manacor y otras 16 al hospital ibicenco de Can Misses.

Satse destaca que este año se han contratado un 10% menos de personal de enfermería, circunstancia que también ha supuesto el cierre de quirófanos.