Ruiz-Mateos, el pasado miércoles, rodeado de periodistas en Palma. g Foto: JOAN TORRES

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El empresario José María-Ruiz-Mateos rebajó ayer el tono de sus ataques a la jueza de Palma, María Pascual, por ordenar su detención en la causa que instruye por una presunta estafa en la compra de un hotel en Mallorca.

«Un bicho de mujer, un demonio, la persona más mala que he conocido», dijo el pasado miércoles, entre otros improperios de mayor calado, el fundador de Nuevas Rumasa al referirse a la magistrada tras negarse a declarar. Posteriormente, quedó en libertad tras dormir una noche en los calabozos de la Policía Nacional.

«Dije palabras muy fuertes y yo soy tremendamente educado, con la autoridad todavía más, pero estaba convencido de que me moría», declaró ayer Ruiz Mateos a IB-3 Radio.

«No sabía ni lo que decía», insistió, aunque sin abandonar en ningún momento su teoría de que la jueza obró de esa manera al ordenar su detención con el objetivo de que «me muera», dijo.

Insultos

Los insultos de Ruiz-Mateos a la jueza María Pascual provocaron un gran malestar entre sus compañeros de profesión. El juez decano de Palma, Francisco Martínez, que se entrevistó ayer con ella, deploró las descalificaciones del empresario e insistió en que su colega había actuado «correctamente». «Por ahora, no emprenderemos ninguna acción, pero actuaremos si todo esto pasa a mayores», resumió.

La portavoz del CGPJ, Gabriela Bravo, dijo que las expresiones empleadas por Ruiz Mateos contra la jueza son «absolutamente censurables por tratarse de descalificaciones personales e insultos, que no pueden ser encuadradas bajo ningún concepto en el legítimo ejercicio de la libertad de expresión».