Los contenedores reciben cada vez más visitas de personas que buscan comida o enseres para llevar a sus casas.

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La crisis económica mundial que estamos sufriendo desde el año 2008 ha provocado que una de cada cuatro familias que viven en Balears esté en situación de pobreza y malviviendo.

Esta es la principal conclusión de un estudio elaborado por los profesores de Economía Aplicada de la Universitat de les Illes Balears (UIB), Joaquín Alegre y Llorenç Pou, sobre ‘El mercat de treball i les desigualdats de rentes: els efectes de la crisi econòmica’.

La crisis económica, según explican los profesores de la UIB, está suponiendo «un significativo empeoramiento de los diferentes indicadores de bienestar económico de las Islas».

Indicadores

En cuanto a los indicadores de pobreza se detecta que un 23,4% de los hogares de Balears están en situación de riesgo de pobreza, es decir, 95.796 familias que viven en las Islas, mientras que ésta tasa se sitúa en el 20,7% a nivel nacional, casi tres puntos por debajo que la de la Comunitat Autònoma.

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La tasa de pobreza sigue una línea ascendente desde el inicio de la crisis económica: del 16% en 2007, al 22,3% en 2008 hasta el 23,4% en 2009.

Según el estudio, si se tiene en cuenta la distribución de los hijos, se observa que un 33,6% de los menores de 16 años viven en familias que están por debajo del umbral de la pobreza. Por lo que hace referencia a la pobreza extrema, un 12,6% de las familias de Balears la sufren, frente al 9,8% a nivel nacional.

Según los datos analizados, que corresponden a 2009 el primer año entero de crisis económica, se estima que los ingresos anuales por persona en los hogares de las Islas está situado en una media de 15.133 euros, lo que representa una caída del 5,7% con respecto al año 2008. De esta forma, el poder adquisitivo de las familias de las Islas se ha situado por debajo del registrado en el año 2005.

Por otra parte apuntan que los ingresos de las Islas están por encima de la media nacional un 2,6%, aunque continúa observándose la tendencia de reducción de este diferencial positivo, que en el año 2003 era del 13,47%.

En el estudio también se especifica que la posibilidad de vivir por debajo del umbral de la pobreza se han incrementado en los hogares con el jefe de familia desocupado. De hecho, estar desocupado supone que la probabilidad se eleva hasta el 36,5%, cuando en el año 2007 era del 27,5%.

Otro elemento a tener en cuenta es que el hecho de tener trabajo no garantiza que no se pueda estar en situación de pobreza, ya que la tasa se ha elevado del 12,5% al 17,7% en dos años.