Las dos unidades de la Armada, en la Estación Naval de Portopí.

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La Estación Naval de Portopí acoge un verano más parte del dispositivo de vigilancia activado con motivo de la estancia en Palma de la Familia Real durante el mes de agosto.

Una operación que cumple ya alrededor de 40 años de servicio desde que a principios de los años 70 comenzaran las estancias en Marivent.

Unidades

A lo largo de este dilatado período iniciado con los veteranos dragaminas de madera, se han sucedido diversas unidades de vigilancia, en la actualidad a cargo de las dos únicas patrulleras clásicas de la Armadas, 'Toralla' y 'Formentor'. Su misión se fundamenta este año en la vigilancia en la zona litoral frente a la residencia real, desde el crepúsculo hasta el amanecer, ante una zona balizada. Dichas unidades también participan en la escolta del yate 'Fortuna' y en la seguridad de las regatas como la Copa del Rey de Vela, o el Trofeo Almirante Conde de barcelona, cuando participa algún miembro de la Familia Real.

A estas embarcaciones, encuadradas en la Fuerza de Vigilancia Marítima con una dotación de 13 tripulantes cada una, se suman una unidad de buzos de la Armada y otra de Infantería de Marina, que vigila los acantilados próximos a Marivent. Dentro del actual dispositivo de seguridad la misión de las dos patrulleras se prolongará el tiempo de estancia de la Familia Real en Mallorca.