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El alcalde de Palma, Mateu Isern, ha reconocido ante los más de 1.000 empleados públicos que, según la jefa de la Junta de Personal de Cort, Maria Antonia Tovar, protestaban frente al Consistorio, que las medidas de recortes que afectan a este colectivo, como el aumento de horas y la reducción de sueldos son «injustas, pero absolutamente necesarias en este momento».

Así, Isern, quien estaba participando en el Pleno del Ayuntamiento, ha bajado al vestíbulo, junto al teniente de alcalde de Economía, Hacienda e Innovación, Julio Martínez, y el teniente de alcalde de Infraestructuras, SebastiÃñ Sansó, con el fin de hablar con los cientos de trabajadores públicos del Ayuntamiento de Palma, pertenecientes a la EMT, Emaya, Escoletas Públicas, Policía Local y Bomberos que estaban intentando irrumpir en el Pleno.

Una vez abajo, los empleados públicos han comenzado a exigir la dimisión de Isern, a quien le han prestado un altavoz de los manifestantes para que pudiera hablar, si bien los trabajadores públicos han comenzado a gritar que no se le oía, por lo que finalmente, ha tenido que emplear un micrófono que también se había usado en la protesta.

Concretamente, Isern, a quien le han hecho un pasillo en el vestíbulo del Consistorio, sólo ha podido decir que «sé que no les va a gustar, porque las medidas son injustas, pero absolutamente necesarias en este momento». Tras permanecer unos veinte minutos en el vestíbulo hablando con algunos trabajadores públicos, el alcalde ha vuelto a subir al Pleno y los manifestantes se han dispersado tras casi hora y media de protesta.

Por su parte, Martínez ha declarado a los medios que si las medidas de recorte que adopta el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, son las que cree que son las que van a sacar a España de la crisis económica, «entonces las tenemos que seguir».

Por su parte, representantes de Emaya han anunciado que el Comité de Empresa tiene previsto reunirse para ver si se suma a la huelga convocada por la EMT el 16 y el 17 de agosto, al tiempo que se planteará la posibilidad de llevar a cabo una huelga indefinida a partir del 20 de ese mismo mes. De momento, han precisado que esta huelga se la están planteando los empleados del departamento de limpieza, aunque tienen previsto hablar con los del departamento de aguas, para que también se sumen a los paros.
Cabe recordar que el pasado 19 de julio, la junta de personal de Cort se reunió con los representantes del Ayuntamiento de Palma en mesa de negociación, donde los sindicatos representantes de los trabajadores propusieron 27 «alternativas equivalentes» a la aplicación de medidas urgentes que el Consistorio tiene que llevar a cabo en este colectivo.
Concretamente, la contrapropuesta que han presentado los sindicatos contempla tres medidas que «especialmente» no gustaron a la representación del Consistorio, que en un principio alegó que el documento «no tiene nada que ver» con lo que se debe debatir, según han comentado miembros de la junta.
Estas tres medidas de ahorro hacen referencia a «suprimir seguros privados de los regidores -que estiman podrían suponer 38.400 euros-; eliminar la gratuidad de instalaciones deportivas y tarjetas ciudadanas a los regidores, directores y sus familiares; y nombrar a los directores y coordinadores generales funcionarios A1 como indica la ley», que determina que deben tener grado de licenciados para desempeñar su cargo.
Entre las otras 24 hay algunas que también afectan a los altos cargos, como «eliminar el refrigerio del los regidores en los plenos, informatizar al máximo toda la documentación, renegociar alojamientos y billetes más económicos por Internet, eliminar móviles corporativos, eliminar dietas y la asistencia a reuniones de todos los órganos políticos, realizar los tribunales de oposición en horario de trabajo, no pagar los trienios a diputados o senadores siendo funcionario de alguna administración ya que lo paga la administración de origen, o eliminar el complemento vitalicio de los directores generales».
No obstante, otras son de carácter general, como «apagar las luces de los edificios municipales y de los ordenadores, revisar aparatos de aire acondicionado para reducir gastos, eliminar la máquina de agua, eliminar la prensa, digitalizar al máximo procesos y expedientes o reducir costes de las impresoras».
En total, las medidas que se adopten afectarán a 2.250 trabajadores de distintas áreas del Ayuntamiento de Palma.