Eva María y Romina manejan el ordenador durante la presentación de la iniciativa.

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La Fundació Obra Social La Caixa patrocina un curso de informática para los internos del centro. El proyecto, nacido en 2008 a partir de la iniciativa de la Asociación de Voluntarios de Informática de Galícia, se imparte en ocho centros penitenciarios alrededor de toda España.

Desde la Fundació «tratamos de dar apoyo, con iniciativas como ésta y con programas de inserción laboral, al colectivo de internos», explica su director general, Jaume Lanaspa. «Esta es una iniciativa única en Europa y si se pueden dar iniciativas así es porque a nivel institucional hay una sensibilidad y una actitud de mejora que cabe destacar».

El curso se inició en noviembre del 2011 y desde el primer día un grupo de siete personas mayores han enseñado nuevas tecnologías a un total de 55 internos, siguiendo el programa preparado desde la Fundació. Juan José Laso, coordinador del programa, cuenta cómo «de martes a jueves, de las 17.00 horas hasta las 19.00 horas, se han realizado clases presenciales a grupos de 10 personas, sumado 50 horas».

Solidaridad y respeto

El centro penitenciario y la fundación han trasladado su agradecimiento a los voluntarios que «transmiten solidaridad, imaginación y respeto, un bien inagotable del que todos somos demandantes». Estos, por su parte, aseguran que «es de los trabajos peor pagados y mejor retribuidos del mundo».

El director ejecutivo Territorial Balears de La Caixa, José Ramón Fuertes, afirma que «creemos en un futuro con oportunidades para todos».

Juan José Laso describe a «un grupo de internos muy heterogéneo, con gente desde los 23 años hasta los 62 años, disciplinados de principio a fin, con un clima de seriedad y el respeto». El coordinador jefe, Bartomeu Alarcón, subraya que «hay gente que vino aquí sin saber nada de ordenadores y hoy ya saben hacer muchas cosas. En el curso han aprendido a usar el word y el paint ».

Romina, participante del curso, explica que «hemos aprendido mucho, tienen un trato muy familiar y si tuviese la oportunidad volvería». Eva María, otra interna, declara que «yo creía que el ratón se saldría de la pantalla, no sabía nada de ordenadores». Por eso piensa que «han tenido muchísima paciencia, dedican su tiempo libre a estar con nosotros; en el módulo siempre es lo mismo y aquí te relacionas con gente de la calle que te cuenta muchas cosas de fuera».

Otro participante asegura que «no nos ven como internos sino como personas; nos han enseñado lo básico que me va a servir mucho cuando salga».

El curso volverá a ponerse en marcha el 11 de septiembre y ya hay lista de espera.