Los dos empresarios fueron encarcelados el pasado 9 de mayo después de ser interrogados en la policía y en el juzgado de guardia por unos supuestos informes 'fantamas' por los que cobraron 100.000 euros del Consell de Mallorca.
Según el Ministerio Público, la adjudicación estuvo plagada de irregularidades y no hay constancia de la existencia de esos informes pagados con dinero público.
Medida extrema
La decisión de la jueza de guardia de decretar la prisión incondicional sin fianza para Escuer y Rivas causó una gran sopresa en los medios judiciales.
El fiscal Subirán pidió la adopción de esa medida extrema al existir riesgo de fuga, según afirmó, y porque ambos empresarios ya están encausados en otros casos de presunta corrupción.
Los abogados presentaron varios escritos solicitando la libertad de sus clientes, insistiendo en que no existía el riesgo de fuga, ya que ambos están muy arraigados en Palma, y tampoco existía la posibilidad de que alteraran pruebas dados que los hechos investigados se remontan a varios años atrás. Salvador Perera, incluso, remitió al juez un duro escrito en el que consideraba inadmisible que políticos «muy conocidos» estuvieran en la calle, varios de ellos multimputados y su defendido «en prisión».
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