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El comité de empresa de los Servicios Ferroviarios de Mallorca (SFM) ha indicado que «ni como compañeros, ni como representantes de los trabajadores» pueden admitir el despido «de un día para otro» de 27 trabajadores y ha señalado que mientras no les «devuelvan» a sus compañeros, «el día a día de SFM no será el mismo».


Así, ha explicado en un comunicado que está acordado un incremento de plantilla tras la negociación colectiva como medida para eliminar las horas extras y el mantenimiento adecuado de talleres.

En este sentido, ha señalado que «no sólo la dirección no acomete completar la plantilla, sino que en lugar de eso se descuelga con despidos». Por ello, ha considerado «repugnante» escuchar a la dirección reconocer el futuro coste en indemnizaciones, ya que, según su criterio, «saben de la ilegalidad del proceso».

No obstante, ha matizado que la propia dirección dice que es «innegociable», ya que, según ha explicado, «tienen consignas recibidas desde arriba», como son «la destrucción de puestos de trabajo y el despido por el despido sin justificaciones ni alternativas».

Ante este hecho, el SFM considera que «todo eso redunda indudablemente en una merma inadmisible del servicio al público, haciendo que las colas diarias interminables y el caos se convierta en una norma generalizada, hecho que no podemos permitir».

Así, los trabajadores han señalado que quieren «dejar meridianamente claro» que la actual situación «no responde a ningún boicot, ni a ninguna huelga, sino a la falta de personal, cuyo único responsable es la dirección de la empresa, situación que se ha visto agravada tras este despido masivo».

Por otra parte, han condenado las declaraciones del «conseller anti-tren», y el «injusto y antisocial tarifazo, una subida de precios que cargan contra los usuarios del tren y que promoverá, seguro, pérdida de viajeros y el uso del vehículo privado, mientras que con este recorte de trabajadores, se incide en la caótica gestión del personal de taquilla, estaciones, revisores y talleres. Sin lugar a dudas, imponen un pésimo servicio a precios de lujo», han concluido.