Imágenes del desalojo que ha tenido lugar esta mañana. | Joan Torres

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Con un gran dispositivo de la Policía Nacional, se realizó en la mañana de ayer el desalojo de la casa ocupada en la plaza de España, número 10. Media docena de furgones policiales, motocicletas y vehículos de la Policía Local participaron en el operativo que comenzó a las 09.00 y finalizó a las 14.45, cuando se cerraron las puertas y ventanas del inmueble. En su interior quedaron recluídos dos guardias de seguridad.

La intervención policial se produjo con una orden judicial por el delito permanente de usurpación. La finalidad del desalojo era devolver el inmueble a su propietario, una entidad financiera. En su auto, el juez reclamó que el desalojo se llevase a cabo de forma pacífica, algo que se logró con la única excepción del detenido. Y es que hubo momentos de tensión, pero sólo se vivió un incidente. Un joven de 26 años fue detenido por atentado a la autoridad, después de golpear a un agente. Otras tres personas están imputadas desde julio del año pasado por la ocupación de este inmueble.

Más de un centenar de simpatizantes y curiosos se congregaron en las afueras del inmuble para demostrar su apoyo. Una persona mayor comentó, en tono irónico, al ver el operativo si se trataba de Urdangarin.

Libros, muebles, electrodomésticos y otros enseres eran sacados a la calle para su posterior traslado por una cadena humana formada por 15 jóvenes. Furgonetas y coches de amigos se llenaban con enseres, con diferentes destinos. Los libros fueron llevados a la cooperativa agrohorizontal, la ropa a una iglesia cercana y todo lo pesado y difícil de trasladar fue retirado por personal de Emaya.