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La consellera de Salud, Carmen Castro, ha achacado al Govern del Pacto la deuda heredada en el Ib-Salut en 500 millones de euros y un sobrecoste de 250 millones de euros por la construcción del proyecto modificado del hospital de Son Espases que, según ha dicho, han dejado unas «consecuencias económicas irreparables» para los ciudadanos de la comunidad que ahora tienen que pagar sus efectos.


Así lo ha destacado la titular balear de sanidad, en respuesta a una pregunta parlamentaria formulada por la diputada del grupo popular, Catalina Palau, quien le ha preguntado acerca de su opinión sobre el informe emitido por la Sindicatura de Cuentas sobre la gestión en su área en 2010.

Según Palau, la Sindicatura ha «dejado claro» que la gestión del anterior presidente del Govern, Francesc Antich «distaba mucho de ser ejemplar» porque «donde decían que había control se han encontrado pistas sobre posibles delitos de prevaricación y malversación de fondos públicos», ha espetado al respecto. «En el Ib-Salut se incumplía la Ley de contratos y se demuestra que el Pacto no trabajó para los intereses generales», ha lamentado.

En su respuesta, la consellera se ha referido a los «sobresueldos y las productividades injustificadas» que se encontró cuando recaló en la Conselleria y que han supuesto un impedimento a la hora de gestionar este departamento.
Así, Castro ha calificado el informe de la sindicatura de «claro y taxativo», respecto a la contratación de Son Espases, a diversas partidas «que no están adecuadamente justificadas» y a la conclusión de que la adjudicación del hospital de Can Misses «no cumple con las condiciones» establecidas.