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Convergència per les Illes (CxI) ha acusado hoy al Govern de decir «la mentira más grande jamás orquestada» en la historia de las islas, al haber prometido una solución a la crisis económica y puestos de trabajo que no ha cumplido en un año en el ejecutivo autonómico.


La formación regionalista ha recordado en un comunicado que otra de las promesas incumplidas del PP es la de no subir los impuestos y ha acusado al partido que gobierna de limitarse a culpar sistemáticamente al ejecutivo anterior en vez de crear un clima de confianza y de seguridad para salir de la crisis.
«Hemos visto, durante este año, mucho catastrofismo y muy pocas soluciones reales», señala la nota de CxI en su balance de lo llevado a cabo por el Govern del PP, que considera «muy negativo» y que califica de «año perdido y sin soluciones».

Reprocha al PP los recortes y subidas de impuestos, sin acompañarlas de iniciativas para tratar de reactivar la economía, así como un «talante» al gobernar que ha provocado «un ambiente de crispación social generalizado».
CxI ha advertido de que para reducir el déficit público, como pretende el Govern, además de disminuir el gasto es necesario incrementar los ingresos «y eso requiere de medidas de reactivación de la economía».

Convergència ha reprochado al PP que no haya llevado a cabo los «dramáticos» recortes dando información veraz y sincera sobre ellos, explicándolos y negociando en la medida de lo posible, sobre todo si afectan a los pilares fundamentales del estado del bienestar: educación y sanidad.

La formación heredera de Unió Mallorquina ha manifestado su preocupación por los recortes en sanidad, con decisiones que considera «incongruentes» cerrar el hospital Juan March cuando ha sido recientemente modernizado o anunciar que se reabrirá Son Dureta para uso sociosanitario, lo que requiere costosas reformas.

También cuestiona el alquiler de los quirófanos de Son Espases y se pregunta por qué se han construido si no son necesarios.


El partido denuncia además que el Govern ha dejado en una situación de «asfixia financiera» a las corporaciones locales no haciendo las transferencias de fondos comprometidas y que ha creado un problema que no existía con su política lingüística al romper «consensos históricos».