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Luisa Almiñana, socia de la productora Vídeo U y una de las acusadas en el juicio del caso Maquillaje contra Maria Antònia Munar, ha denunciado que recibió presiones por parte de miembros de Unió Mallorquina (UM) una vez fue imputada en la causa y tras haber servido de «empresa colaboradora» para el partido.

Así lo ha dicho en la segunda sesión del juicio, que se celebra en la sección segunda de la Audiencia de Palma, la que fue socia de la productora cuya mitad adquirieron en 2004 y mediante testaferros Munar, entonces presidenta del Consell, y Miquel Nadal, vicepresidente de la institución, ambos dirigentes de UM.


Almiñana ha afirmado que la secretaria técnica del departamento de Nadal, Eugenia Cañellas, le dijo que «como empresa colaboradora de UM» tenía que contratar a una serie de trabajadores que en realidad nunca trabajaron para su productora, sino para el Consell y el partido.

En un principio contrató a tres personas de esta manera y, aunque le dijeron que las pagara «con un sobre», ella lo hizo mediante transferencia, y posteriormente le fueron diciendo que contratara a más, hasta llegar a 14, momento en que se negó a continuar con lo que la acusada ha reconocido como «irregularidades».

De hecho, ella presentó ante la Fiscalía una lista con los empleados pagados por su productora y que nunca trabajaron para ella, listado que el fiscal Juan Carrau le ha ido leyendo durante su interrogatorio en el juicio. «Nunca trabajó para nosotros», «mismo caso», «exactamente igual», ha ido contestando la acusada a medida que el fiscal le enumeraba a los trabajadores, algunos de los cuales eran familiares de cargos de UM.


Posteriormente, y una vez se le imputó en esta pieza del caso Maquillaje, la acusada ha explicado que el presunto testaferro de Munar, Víctor García, le dijo que su fianza judicial «la tenía que pagar Miquel Nadal» y luego le advirtió que era conveniente que cambiara de abogado.

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«María Antonia está preocupada por ti», le transmitió García, que guarda parentesco con Munar, lo que la acusada ha reiterado que se tomó como una presión hacia su persona.

Subvenciones

Almiñana también ha respondido a preguntas sobre dos subvenciones de 120.000 euros cada una concedidas a su productora por el Consell una vez la habían adquirido Munar y Nadal, y ha reconocido que la entonces directora de Comunicación de la institución, Margarita Sotomayor, fue quien les dijo que la pidieran.

De hecho, ha explicado que el dinero de la primera subvención, dada para hacer un programa de radio que nunca se realizó, entró en Vídeo U e «inmediatamente» volvió a salir a Studio Media, empresa propiedad de Alfredo Conde, presunto testaferro de Bartomeu Vicens y se benefició de contratos millonarios por la concesión de la radio pública del Consell, Ona Mallorca.

Almiñana, que se enfrenta a una petición fiscal de 9 meses de cárcel, ha reconocido que su empresa también hizo trabajos para UM nunca cobrados por valor de unos 50.000 euros.

La acusada ha dicho que no ha tenido ninguna reunión con la Fiscalía para obtener beneficios en su pena. «Nos dimos cuenta que las irregularidades con la subvención de Temps d'Esport (el programa de radio) y la contratación de personal eran hechos delictivos y el consejo de los abogados y la sensatez nos hicieron presentar el escrito», ha explicado.
Munar, también expresidenta de UM, se enfrenta a una petición fiscal de 6 años de cárcel en este primer juicio de corrupción que se celebra contra ella, en el que están acusadas otras nueve personas, entre ellas Nadal.