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A cada pregunta de la oposición, una respuesta que llevaba reproche al anterior Govern.

La estrategia habitual del PP y del Govern en los plenos alcanzó ayer su apogeo en un festival de descalificaciones al que se sumaron todos y cada uno de los consellers y portavoces del PP que intervinieron en la sesión de ayer. Hasta el conseller Bosch espetó a una diputada socialista, Conxa Obrador, que «no sabe de qué puñetas está hablando». Eso fue en el turno de preguntas, antes de la comparecencia del president y de la sesión de la tarde, marcada por el debate de una moción del PSIB sobre los recortes que están llevando «a la demolición del Estado de bienestar» y a una comparecencia del vicepresidente económico pensada para explicar su plan de pagos a proveedores.

Replicando al socialista Vicenç Thomás, la ‘popular’ Catalina Palou, aludió directamente a «dos ineptos e irresponsables del anterior Govern», y explicó que estaba refiriéndose al propio Thomás y al expresident Antich. Palou llegó a decir que el conseller de Salut del anterior Govern del Pacte «destrozó a martillazos cinco quirófanos», lo que provocó la hilaridad del aludido.

«Es una vergüenza», afirmaba el socialista Carbonero (hermano del que fuera director general del Hospital General) desde su escaño cuando Palou defendía el cierre de los hospitales y afirmaba que el anterior Govern había dejado «casi colapsado el modelo de bienestar». La consellera Castro, visiblemente afectada, no intervino en ese debate.

Los ‘sin pa’

Los reproches se habían iniciado muy de mañana. El ‘popular’ Biel José Martí, afirmó que los del anterior Govern eran «más conocidos como los ‘sin pa’», pues no pagaban y gastaban mucho.

El vicepresidente Aguiló tampoco evitó las críticas a la ‘herencia’. Fue durante un debate con Diéguez a quien dijo que «desde la caída del muro de Berlín», la izquierda no encontraba su camino. Aguiló dijo que los proveedores empezarían a cobrar 870 millones «en los próximos días»