Barceló y Nájera cuando estaban al frente del proyecto de la Platja de Palma. | Joan Torres

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El Govern prepara un decreto ley de medidas urgentes con el que atraer inversión privada al proyecto de rehabilitación integral de la Platja de Palma. Este decreto agilizará trámites, cambiará usos y dará vía libre a proyectos como el del centro Ses Fonanelles, paralizado por el Ejecutivo anterior.

Así lo explicó ayer el conseller de Turisme, Carlos Delgado, durante una comparecencia en el Parlament. En esta comparecencia, el conseller dejó en manos del sector privado la reforma de la zona. Explicó que en épocas de crisis, como la actual, queda poco margen y criticó los pasos que dio el consorcio en la anterior época y que, dijo, sólo sirvieron para aumentar gastos y crear incertidumbres.

Delgado se reservaba una 'bomba' (o una «cortina de humo», según la socialista Joana Barceló) para el final de su comparecencia: el anuncio de una auditoria de 91 contratos vinculados al proyecto de rehabilitación de la Platja de Palma que, según dijo, «sirvieron para regar» a amigos de la anterior gerente del consorcio, Margarita Nájera.

Se trataría de contratos menores, pero cuya suma es millonaria, principalmente de estudios y programas.

«Delgado continúa con su obsesión con Margarita Nájera», dijo Joana Barceló, quien añadió que el conseller quiere ocultar su falta de iniciativas que habrán servido para dar al traste con la reforma de la Platja de Palma que se planteó en la anterior legislatura.

«El Govern renuncia al proyecto y opta simplemente por el crecimiento urbanístico», dijo.