Imagen de la zona de llegadas del aeropuerto palmesano durante la huelga de transporte discrecional en agosto de 2011. | Joan Torres

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AENA Palma lleva varios días preparando con touroperadores, aerolíneas y resto de operadores aeroportuarios un plan de contingencia para minimizar los efectos de la huelga general del 29-M en Son Sant Joan.

Reprogramación de vuelos, adelantar o retrasar la llegada de aviones para la noche de hoy y madrugada del 30, así como mantener un contacto directo con las zonas hoteleras que en estos momentos están en activo, caso de la Platja de Palma, son algunos de los aspectos que se han analizado y que a lo largo del día de hoy tendrán que ser ultimados.

Hay mucha preocupación en AENA Aeropuertos porque siempre Son Sant Joan es un objetivo clave para los piquetes, con el fin de distorsionar la actividad aeroportuaria y generar el mayor número de problemas.

Preocupación que es extensible a los principales mercados emisores, de ahí que las patronales turísticas alemanas y británicas están pidiendo información a sus agencias receptivas y hoteleros para ver cómo pueden evolucionar los acontecimientos en una jornada previa al próximo inicio de la Semana Santa.

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Las aerolíneas ya han anunciado que se verán obligadas a cancelar vuelos, «porque los servicios mínimos que se han impuesto no respetan, de ninguna manera, el hecho insular ni la propia peculiariedad de las zonas turísticas», según señaló ayer el director general para España y Portugal de Air Berlin, Alvaro Middelmann, en la presentación de la programación de verano de la aerolínea.

Preocupación

Air Berlin, Vueling, Iberia Express, Air Nostrum, Air Europa, Ryanair y el resto de aerolíneas muestran su preocupación por los efectos de la huelga general, porque deberán de actuar hora a hora para tomar las decisiones más adecuadas. «No sabemos qué vuelos se podrán ver afectados en estos momentos, de ahí que se actuará a medida de cómo vayan evolucionando los acontecimientos», indicaban ayer desde estas aerolíneas.

Para Middelmann, «el hecho de que no se haya hecho diferenciación alguna entre Península y destinos turísticos, es algo ilógico. No se ha hecho ninguna diferenciación y esto afectará aún más al transporte aéreo hacia las Islas».

Asimismo, confía en que «impere la cordura y que de cara al verano no haya conflictos laborales que afecten al normal desarrollo de una temporada turística, que se prevé buena en Mallorca».