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Todos los comercios del centro de Palma que así lo estimen oportuno, incluidas las grandes superficies, podrán abrir sus puertas los domingos y festivos entre marzo y octubre para relanzar la actividad económica de la capital balear y también para que los turistas puedan realizar sus compras.

El presidente del Govern, José Ramon Bauzá, y el alcalde de Palma, Mateo Isern, se han reunido hoy en el Consolat de Mar para acordar la declaración como zona de gran afluencia turística el centro de Palma, es decir, la comprendida entre Avenidas y el mar.

Esto permite la apertura de sus puertas a las grandes superficies, caso de El Corte Inglés de Jaime III o las firmas de ropa de la Plaza Juan Carlos I. Los pequeños y medianos comercios continuarán, como hasta ahora, con la posibilidad de abrir sus puertas cualquier domingo y festivo del año.

El presidente balear ha señalado que una de las constantes reclamaciones de touroperadores y turistas es que los comercios del centro de Ciutat estén abiertos para poder realizar sus compras, al tiempo que ha apostado por «cambiar la dinámica» de que Palma sea considerada una «ciudad muerta» en los días festivos.

Junto a este permiso de apertura, ha explicado el alcalde, el ayuntamiento organizará actividades culturales y musicales que inviten tanto a visitantes como a residentes a pasear por las calles, y ofrecerá también un ahora de aparcamiento gratis.

Bauzá ha defendido que el comercio debe ser el protagonista en al reactivación económica y la creación de empleo, en colaboración con las administraciones públicas.

El mandatario balear ha afirmado que Palma debe «reinvertarse» y caminar hacia un nuevo modelo de ciudad turística que pueda competir con ciudades como Madrid, Barcelona, Londres, Berlín o París.

El objetivo es que la capital balear sea también una «city-break», una ciudad a la que escaparse un fin de semana, ha explicado Bauzá, que ha recordado que el buen tiempo que hay en Palma a lo largo del año es un atractivo más de su oferta.

Esta oportunidad comercial para las grandes superficies tiene este año un carácter experimental, ha señalado el alcalde, que ha agradecido al Govern su celeridad para dar el visto bueno a este proyecto que supondrá un cambio en las costumbres de los consumidores.

También ha tenido palabras de reconocimiento para las organizaciones del pequeño y mediano comercio de Pimeco, Afedeco, Pimem y a la asociación de la restauración de la CAEB.

«Esperemos que esta iniciativa sea un éxito y sea el comienzo de una nueva manera de vivir la ciudad», tanto por parte de los ciudadanos como de los turistas, ha apostillado el primer edil, que ha insistido en la necesidad de «dinamizar Palma de manera seria para que sea atractiva».

El presidente balear ha añadido que es una mala noticia para los visitantes venir a la principal ciudad de Baleares y comprobar que en los días festivos los comercios están cerrados.

«No puede ser -ha insistido- que los turistas comenten a sus amigos que a Palma no se puede venir porque no se puede comprar; hay que cambiar la dinámica y adaptarnos a la realidad».

En la actualidad esa consideración de zona de gran afluencia turística ya la tienen otras zonas, caso del Paseo Marítimo, desde El Molinar hasta la Playa de Palma y Cala Mayor y Joan Miró