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El Govern balear estudia medidas para recortar el gasto de este año en cerca de 300 millones de euros, entre las que figura la posibilidad de «flexibilizar» los horarios laborales de los funcionarios, lo que les permitiría trabajar menos horas de manera voluntaria y, proporcionalmente, cobrar menos.

Se trata de una actuación en fase de análisis dentro de un amplio paquete de medidas que prepara la Vicepresidencia Económica, de Promoción Empresarial y de Ocupación para reducir el gasto, y que a su vez forma parte del plan de reestructuración del sector público que puso en marcha el Govern hace meses para que sea «sostenible».

El titular de este departamento, Josep Ignasi Aguiló, ha dado a conocer esta propuesta con ocasión de una rueda de prensa en la que ha presentado la liquidación presupuestaria de 2011.

El déficit provisional de las Islas Baleares del año pasado se cifra en 1.016 millones de euros, lo que equivale al 3,8 % del producto interior bruto (PIB) de la Comunidad Autónoma.

Esta cantidad habría sido aún mayor, hasta el 5,5 %, si el Govern no hubiera aplicado su política de recortes y ajuste presupuestario y hubiera continuado con la política fiscal expansiva que desarrolló el anterior ejecutivo en la primera mitad de 2011, ha comentado el vicepresidente económico.

Tras repasar estas cifras, Aguiló ha aseverado a los periodistas: «No podemos continuar por la senda del déficit; el objetivo número uno es controlarlo».

El Govern aprobó el pasado viernes una subida de impuestos para recaudar 65 millones de euros que contempla el establecimiento del llamado céntimo sanitario e incrementos del gravamen sobre los vehículos más contaminantes y de transmisiones patrimoniales para inmuebles cuyo valor supere los 300.000 euros.

Precisamente, el objetivo de estas medidas tributarias, que entrarán en vigor en abril, es cumplir el objetivo de déficit del 1,5 % del PIB balear fijado por el Gobierno central para 2012, ha recordado el vicepresidente económico.

Aguiló ha insistido en varias ocasiones en que este esfuerzo ahorrador es compatible con mantener en Baleares las actuales prestaciones en sanidad, educación y servicios sociales y la calidad de las mismas.

Por otra parte, Aguiló ha expresado su satisfacción por el plan de 35.000 millones de euros puesto en marcha por el Gobierno central para liquidar las facturas pendientes de las administraciones públicas, lo que permitirá el pago de una «parte significativa» de la deuda a los proveedores de las islas.

Preguntado por el calendario de estos pagos, el conseller ha respondido que, en primer lugar, lo «más importante es controlar el déficit, lo que reportará «grandes beneficios», entre los que ha enumerado el realizar esos abonos, facilitar el crédito de los bancos a las empresas privadas e impulsar la inversión.

Desde que comenzó la actual legislatura en julio pasado, el Govern está elaborando calendarios de pagos con proveedores y acuerdos con ellos, ha añadido.

En este sentido, el vicepresidente ha aludido a la necesidad de que la administración pública genere «confianza» en el mercado con el pago a bancos y proveedores para, a su vez, que vuelva a fluir el crédito al sector privado.

Por su parte, el director general de Presupuestos, Antoni Costa, ha manifestado que la deuda autonómica con entidades financieras se cifró en el segundo semestre de 2011 en 4.500 millones de euros, pero la «real» fue esa cantidad más 1.100 millones de deuda comercial.

El propósito del Ejecutivo es transformar la deuda comercial en financiera y que el sector privado consiga liquidez, lo que se logrará ahora gracias al plan anunciado por el Ejecutivo central, se ha mostrado convencido.