El presidente del Parlament, Pere Rotger, durante su intervención, junto al presidente del Govern, José Ramón Bauzá (d), en el acto institucional de celebración del Dia de les Illes Balears. | Efe

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El presidente del Parlament, Pere Rotger, reivindicó la importancia del autogobierno en el discurso institucional que pronunció con motivo del Dia de Balears, que ayer conmemoraba el 29 aniversario del Estatut. «El autogobierno ha permitido culminar muchas de nuestras reivindicaciones», afirmó Rotger, refiriéndose a las competencias que ha ido asumiendo la Comunitat. En este sentido, advirtió que no renunciaremos a ellas, «las iremos asumiendo con seny y con el sentido común que nos caracteriza. La renuncia ya no tiene cabida». Además, instó a «recuperar la totalidad de las competencias que nos permite nuestro Estatut».

Rotger recordó la reforma del Estatut que se aprobó en 2007, de la que destacó el «reconocimiento de nuestra Comunitat como nacionalidad histórica». El presidente de la Cámara hizo especial hincapié en la necesidad de «no retrasar más el modelo de financiación que contemple todos los factores de la insularidad».

Defensa de la lengua

La defensa de la lengua fue otro de los ejes vertebradores del discurso, para lo que hizo referencia a varios artículos del Estatut. En concreto, recordó que en el artículo 4 se establece la doble oficialidad del catalán y el castellano. En su opinión, «dos lenguas que conviven en un mismo territorio con total naturalidad sin imposiciones». Rotger recordó que «durante todos estos años de autonomía hemos tenido que crear mecanismos para garantizar la igualdad lingüística, ya que la desigualdad entre las dos lenguas era evidente». Sin embargo, puntualizó que actualmente «tenemos un sistema educativo que vela para que las generaciones más jóvenes adquieran los conocimientos lingüísticos idóneos para garantizar la misma competencia en las dos lenguas oficiales de las Islas». En este punto, señaló que el artículo 35 del Estatut establece «la necesidad de estudiar y proteger las modalidades insulares de nuestra lengua».

Rotger también hizo una defensa a ultranza de la idiosincrasia de las Islas. «No hemos de dejar de pensar que estamos fuertemente ligados a Europa, pero que pese a estos vínculos no hemos de renunciar a nuestra idiosincrasia». Aunque reconoció que la crisis hace que «desde Europa se impongan reglas muy estrictas a los Estados, sobre todo de índole económica» no son una «invasión de la soberanía», sino que deben servir para reforzar el Estatut. «No es lo mismo compartir las responsabilidades, los derechos y las inquietudes que cederlos sin intervenir ni participar», asertó.

Aunque reconoció que «ahora son momentos difíciles, es en periodos como los actuales cuando se demuestra que los pueblos y los países son dignos de su historia y del futuro que hemos de ir construyendo». Rotger aseguró que «la crisis castiga a la sociedad de una forma dramática, especialmente por la falta de trabajo». Sin embargo, mostró su confianza en la clase política y en la sociedad «para recuperar rápido nuestro bienestar económico y social». No obstante advirtió de que «si los políticos no luchamos más para encontrar puntos en común, la sociedad no nos lo perdonará». Para finalizar aseguró que «somos lo que hacemos, no lo que decimos. Por tanto, a trabajar».