Raúl Alexandru Cordos, durante la ceremonia, presidida por monseñor Policarpo. | Nuria Rincón

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La iglesia de Santa Catalina de Siena de Palma, repleta de fieles de distintas nacionalidades, fue escenario ayer por la mañana, de la primera ordenación sacerdotal de la Iglesia ortodoxa por su eminencia, monseñor Policarpo, arzobispo metropolitano para España y Portugal y exarca del Mediterráneo, el joven Raúl Alexandru Cordos, nacido en Rumania, en el norte de Transilvania, y residente en Mallorca desde los 15 años.

Para cantar en el marco de la solemne liturgia ortodoxa llegó desde Atenas el coro de la iglesia de San Alejandro, que interpretó los cantos propios de tal solemnidad.

El nuevo sacerdote ortodoxo estudió el Bachillerato en el colegio de San José Obrero de Palma. Empezó los estudios de teología con los seminaristas de Mallorca, estando ligado a la parroquia ortodoxa rusa como servidor del altar (monaguillo), y terminó los estudios en Barcelona, donde entró en contacto con el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla.

Parroquia

Teniendo en cuenta que en Balears hay unas 200 personas de procedencia griega, y también el ligamen que existió entre nuestras islas y el Imperio de Bizancio, y por su afán de ayudar de forma pastoral a esas personas, se decidió crear una parroquia ortodoxa griega en la ciudad de Palma.

El día 6 de noviembre fue ordenado diácono en la parroquia griega Ortodoxa de Barcelona por el mismo arzobispo que el domingo le ordenó sacerdote. Ya que en Mallorca no hay templo propio, fue acogido por la Iglesia Ortodoxa del Patriarcado de Moscú, cuyo rector desde su creación es el mallorquín, Archimandrita Makary, que oficia la liturgia ortodoxa en la iglesia de Santa Catalina de Siena para los fieles de diferentes orígenes. El nuevo sacerdote ortodoxo, después de su ordenación, podrá ocuparse de administrar los diferentes sacramentos a los fieles de procedencia griega que residen en las Islas.