El vicepresidente Josep I. Aguiló y el presidente de la Cámara de Comercio, Joan Gual.

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Representantes de la Administración local y diversos agentes empresariales, económicos y sociales de Mallorca instaron ayer desde Palma a la Unión Europea a «otorgar un mayor reconocimiento de los problemas que conlleva la insularidad, por el perjuicio que ello genera en el desarrollo económico y social de los territorios insulares comunitarios».

En el marco de la audiencia pública sobre los problemas específicos de las islas organizada ayer por el Comité Económico y Social Europeo (CESE) y la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Mallorca, en colaboración con el Govern balear, expertos de diversos ámbitos coincidieron en señalar diferentes sectores en los que la insularidad supone un hecho diferencial del resto de territorios de la UE.

Transporte

Así, entre las cuestiones abordadas destacaron los problemas de competitividad que genera el sobrecoste que sufre el transporte de mercancías entre las islas y los territorios continentales, «lo que lastra la competitividad de los productos insulares». Ello tiene una incidencia notable en los sectores primario y secundario, «que ven cómo sus productos o manufacturas pierden posiciones frente a los generados o elaborados por terceros países, quedando así relegados respecto a un sector típicamente insular como es el turismo».

Respecto a este último, la mayoría de ponentes apuntaron la necesidad de lograr una diversificación para no depender de un sector que aunque aporta muchos beneficios, cuenta con otros aspectos negativos como la sensibilidad a acontecimientos ajenos a su control como por ejemplo los desastres naturales.

Para evitar esta situación, varios de los ponentes apostaron por una mayor inversión en I+D+i, que genere nuevas fuentes de empleo y evite también la fuga de personas preparadas.