Thomàs, ex conseller de Salut y actual portavoz adjunto del PSIB, ayer en el Parlament.

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El president balear, José Ramón Bauzá, puso al mal tiempo buena cara y dijo mostrarse «satisfecho» de la gestión de la sanidad pública en las Islas. Durante el pleno del Parlament, respondiendo a una pregunta de la portavoz socialista, Francina Armengol, dijo que «a pesar de las dificultades, el sistema sanitario está respondiendo de una manera extraordinaria», agradeció la «labor de los profesionales» y anunció «mejoras» como la apertura de 30 camas en Son Espases.

La política sociosanitaria del Govern marcó buena parte de la sesión plenaria de ayer. Además de Armengol, otros dos socialistas, Antoni Diéguez y Vicenç Thomàs, buscaron el cara a cara con la consellera Castro para reprocharle algunas de sus actuaciones y pactar algunas reformas y propuestas. El pleno, donde el PP tiene mayoría absoluta, rechazo 7 de las diez iniciativas que propuso el PSIB, entre ellas un 'plan de choque' contra las listas de espera.

La extremaderecha

Entre las propuestas rechazadas, además de la referente a las listas de espera, se incluía la retirada del proyecto de reforma del Ib-Salut para pactar otro; la retirada de la nueva tarjeta sanitaria, que según los socialistas es una modalidad de 'copago' y la creación de una mesa por la sostenibilidad del sistema sanitario público. El PP también rechazó un cambio de usos en el antiguo hospital de Son Dureta como espacio sociosanitario.

El momento más tenso se produjo durante la pregunta que Diéguez efectuó sobre el aborto. El socialista aconsejó a Castro que «se distancia de la extremaderecha» y mantuvo que las mujeres que quieren abortar pasan por «un calvario administrativo» y que pueden recurrir, tras la suspensión del convenio con las clínicas privadas, a «abortos clandestinos» y a poner en peligro su vida. Castro le acusó de «crear alarmismo» y le afeó el tono de su intervención. Castro no intervino durante la moción de Thomàs pero sí lo hizo la diputada 'popular' Cati Palou, quien le recordó que cuando era conseller «se iban hasta sus jefas de prensa». Thomàs respondió que no le replicaría con «infamias».