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La tensión y el ambiente crispado volvió ayer al Parlament con el inicio de sus sesiones plenarias. La polémica sobre la lengua, los recortes, principalmente en sanidad y la, según la oposición, «inactividad» del president Bauzá protagonizaron los debates de una jornada en la que el diputado del PSM-IV-Entesa, Antoni Alorda, llegó a comparar la política lingüística del Govern del PP con la de Franco.

La comparación llegó en la primera pregunta del pleno. Alorda se quejó de la «absurda» idea del Govern de modificar la Llei de Normalització Linguística y advirtió que «no toleraremos que dejen la lengua castellana como única lengua de uso en Balears». Y añadió «eso ya lo intentó Franco y no pudo».

El conseller d'Educació, y portavoz del Ejecutivo, Rafel Bosch consideró «fuera de lugar» el símil y afirmó que es una sentencia del Constitucional la que impide que «primar el uso prioritario de una lengua sobre otra». Bosch, que respondió a diversas preguntas sobre este asunto, también anunció un cambio en las convocatorias oficiales para obtener la certificación de las pruebas de catalán. Lo hizo en respuesta a una pregunta de la diputada de su grupo Margalida Prohens que aprovechó lanzar una pulla a la OCB aunque sin citarla: «la defensa de la lengua ha sido un negocio muy lucrativo para algunos».

Oposición para interinos

Bosch negó que se vaya a redicir la plantilla de interinos y no descartó convocar oposiciones el próximo año.

Francina Armengol (PSIB) utilizó su intervención para reprochar al president que «eluda los problemas» y que un día después de conocerse la cifras del paro se fuera «de excursión con el Govern a Felenitx» y que tras la quiebra de Spanair hiciera lo propio en Lluc.

«Póngase las pilas de una vez, señor Bauzá», le reclamó la portavoz socialista. «Ahora va a resultar que la culpa de Sapanair también es del PP», le respondió el president.