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Pitidos, silbidos, gritos, algún tomate y pancartas recibieron a Mateu Isern, alcalde de Palma, en su primer encendido del fogueró de la Plaça Major en el comienzo de las fiestas de Sant Sebastià. Alrededor de 80 personas, confundidas entre el público hasta que llegó el alcalde, alzaron sus pancartas contra la nueva Ley de Función Pública justo en el momento en el que el alcalde entraba en el círculo, fuertemente custodiado por la Policía Local, donde se encontraba el fogueró. ‘Isern, a l'infern', ‘Estima la terra', ‘Vergonya' o ‘En català a Mallorca' fueron algunas de las frases repetidas por los manifestantes, contestadas con una sonrisa por Isern. Apenas duró cinco minutos la protesta. Isern, escoltado en todo momento, afirmó «no ser el momento para reivindicaciones y sí para la fiesta».