Pere Ribot impartió ayer el curso a los voluntarios en el Seminari Nou. | P. Pellicer

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Escuchar y hacer compañía a los enfermos. Esa es su labor desde hace décadas y hoy, con unas condiciones sociales cada día menos favorables para los que sufren, siguen haciendo falta voluntarios en la Delegación Pastoral de la Salut. Ayer, en el Seminari Nou, el franciscano Pere Ribot aleccionó a los que ya prestan su entusiasmo, sobre las habilidades para la comunicación verbal.

Entre los objetivos de presencia social del Obispado de Mallorca para 2012 figura el trabajo de formaición -para los recién incorporados- y de reciclaje -de los más veteranos- en su labor de voluntariado con enfermos y familiares tanto en residencias de la tercera edad como en hospitales.

Una personalidad tan relevante en el ámbito de la comunicación personal como Pere Ribot, uno de los capellanes del hospital Son Espases, que fuera también director de colegios con alumnado entre la educación infantil y el bachillerato, asesor familiar y máster en teoría y práctia de la comunicación, impartió ayer sus enseñanzas en Palma ante decenas de voluntarios.
El próximo sábado habrá otro curso para aprender a comunicarse con los enfermos por gestos.