Joan Font Servera ha sido el decano número 83 en los 232 años de historia del Colegio de Abogados de Balears. | M. À. Cañellas

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Tras una década al frente del Colegio de Abogados de Balears Joan Font dejará el cargo de decano el próximo 21 de diciembre, cuando los 3.500 colegiados de las Islas entre ejercientes y no ejercientes, elijan a su sustituto entre las candidaturas encabezadas por Martín Aleñar y Esteban Siquier.

Font y su equipo han agotado dos legislaturas y, hoy, el Colegio de Abogados es una institución prestigiosa, plenamente consolidada en la sociedad balear. «Lo peor, lo más desagradable ha sido ver a compañeros en casos de corrupción en estos últimos cinco años», resume Joan Font.

El hasta ahora decano asumió el cargo en enero de 2002 en sustitución de Lorenzo Ros tras derrotar en las urnas a Pedro Mir y Joan Verger, sus rivales en diciembre de 2001. Font también desempeñó otros cargos, entre ellos, jefe de la Delegación Española en el Consejo de la Abogacía Europea (CCDE) y adjunto a la presidencia del Consejo General de la Abogacía Española.

-¿Cuál es su balance de estos diez últimos años al frente del Colegio de Abogados

-No me toca valorarlo a mí, pero es positivo. El Colegio ha ganado en importancia, en implantación social. Es mucho más conocido que hace diez años, y conocido en positivo. Hemos trabajado mucho el aspecto social, mucho al servicio a la sociedad. Se ha trabajado por la cultura de la abogacía preventiva, con jornadas de puertas abiertas, en fin, hemos intentado dar a conocer la profesión y dar un servicio público.

-¿Qué destacaría de los servicios prestados a los abogados?

-Se han aumentado muchísimo. Se ha incrementado notablemente todo lo que es formación, conferencias, seminarios, jornadas y ha habido mucho más trabajo porque ha habido muchísima colegiación en los últimos diez años, con un número importante de colegiados.

-¿Qué Colegio se encontrará el nuevo decano?

-Primero que nada, con un Colegio grande. Somos el décimo o el décimo primero de España en número de colegiados, 3.500 entre ejercientes y no ejercientes, de un total de 83, con una problemática muy específica. Mi sustituto se va encontrar con los problemas que se plantean a todos los colegiados, desde la autoridades de la competencia, la liberalización del sector. Para mí es bueno liberalizar, pero parece que se está yendo a un extremo. El nuevo decano se va encontrar con leyes que están cambiando constantemente. En los últimos cinco años se ha legislado sobre la abogacía en este país más que en los últimos cien, y se va encontrar con un marco distinto, con una profesión más mercantilizada.

-¿Deja alguna asignatura pendiente?

-Sí, no he sabido conseguir la participación de los colegiados en la vida colegial. No he conseguido que la gente participe más en nuestras actividades, de la forma que sea, incluso quejándose.

-¿En los últimos años muchos letrados han estado involucrados en investigaciones judiciales

-Esa ha sido la parte más desagradable con la que ha tocado lidiar en estos últimos cuatro años, porque mi primer mandato fue en este tema muy, muy tranquilo. Pero en estos últimos años he tenido que afrontar temas de detenciones de compañeros, registros de bufetes, interrogatorios, es decir, todo lo que ha salido en prensa. En mi opinión, han sido demasiados casos, aunque tengo que decir que es una consecuencia de las investigaciones de jueces y fiscales, a la que los abogados no son ajenos.

-Se registraron bufetes muy conocidos

-Sí tuviese que destacar algo, sería que en la mayoría de casos , por no decir en su totalidad, se trataba de abogados que de una manera u otra estaban desarrollando actividades políticas más que abogados investigados en el ejercicio de su profesión. No es un consuelo, pero sí que es un matiz a tener en cuenta. El Colegio de Abogados tiene plena confianza en la acción de la justicia y solo cabe esperar que todos los casos se resuelvan favorablemente a favor de los compañeros.

-¿A los especialistas en Derecho Penal les sobra trabajo con tanto caso de corrupción?

-Esto va con la época que nos toca vivir. Los concursalistas están teniendo un gran trabajo en estos momentos de crisis económica y los laboralistas también. Y los penalistas tiene un ‘boom' de casos con ocasión de todas las investigaciones judiciales por corrupción.

-¿Muchos letrados se quejan del elevado nivel de morosidad, es decir, que no cobran lo que habían pactado con sus clientes?

-Es así. Hoy no se encontrará a ningún abogado que se queje del trabajo. En cambio si se encontrará a muchos letrados quejándose de que no pueden cobrar puntualmente. Y si cobran, lo hacen por cifras muy inferiores a lo que era habitual.

-¿Hay profesionales que se quejan de lo poco rentable que es el turno de oficio?

-El Ministerio de Justicia está pagando con regularidad en Balears, aunque el baremo es muy barato. No se retribuye con dignidad el trabajo del abogado, pero, al menos, el Ministerio está pagando. Los problemas serios las tienen otras comunidad autónomas para cobrar, aunque eso sí, con baremos más alto que los que cobran los abogados de las Islas. La situación del turno de oficio, en mi opinión, es que se presta con carácter general de forma ejemplar y como contrapartida está muy mal pagado. En Balears no tenemos problemas de cobro, pero sí sobre las cantidades que se pagan y espero que algún día esto se solucione.

-¿Qué opina de los candidatos a sucederle al frente del Colegio de Abogados?

-Como decano no me corresponde pronunciarme. Puedo tener mis preferencia a título individual, pero no debo pronunciarme públicamente para evitar malos entendidos. Martín Aleñar y Esteban Siquier son buenos compañeros, grandes candidatos y grandes abogados.

-¿Qué mensaje trasladaría a los abogados de Balears en vísperas de las elecciones a decano?

-El Colegio es lo que nosotros, los abogados, queremos que sea. Y los próximos cinco años están en manos de todos los colegiados. El Colegio se dirigirá de una manera u otra según sea elegido un candidato u otro, por tanto, animo a todo el mundo a participar en las elecciones del día 21 de diciembre.