El gerente de la Platja de Palma, con el proyecto que no se ejecutará. | [JOAN LLADO

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La oposición criticó ayer duramente que el consorcio de la Platja de Palma haya encargado un nuevo proyecto de reforma, que costará unos 300.000 euros, cuando todo el trabajo previo ya está ejecutado y bastaría con introducir las modificaciones planteadas por los afectados en la fase de alegaciones para sac arlo adelante.

Para la oposición, iniciar de nuevo el expediente es «tirar el dinero», tal y como denunciaron las diputadas del PSOE y del PSM-IV, Joana Barceló y Joana Lluïsa Mascaró.

Comparecencia

La diputada socialista aseguró que su partido pedirá la comparecencia del conseller de Turisme, Carlos Delgado, para que explique qué necesidad hay de gastar dinero en un nuevo proyecto que estaba tan solo a la espera de resolver cuestiones muy concretas planteadas por los afectados. «Fue el PP quien pidió que se parara el proyecto y ahora son ellos quienes han decidido comenzar de nuevo», señaló Barceló, quien opinó que es una demostración del poco interés del equipo de Carlos Delgado por este proyecto de reforma.

Barceló afirmó que, junto al retraso en la ejecución, lo más preocupante de este nuevo plan del PP es que, gracias a la nueva Ley Turística, no se producirán esponjamientos en la zona, que era uno de los objetivos fundamentales de la reforma, sino que los hoteles obsoletos no se tirarán y se reconvertirán en edificios residenciales.

Aplazamiento

La diputada del PSM-IV, Joana Lluïsa Mascaró, aseguró que el PP no cree en la reconversión y lamentó que los populares hayan optado por un nuevo aplazamiento en el plan de reforma de esta zona turística. Añadió que el retraso en la ejecución del plan pone en evidencia que el PP de las Islas no confía en que el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy vaya a aportar recursos para financiar la reforma.