En un comunicado, CCOO ha advertido que el «deterioro» de la educación para el curso próximo «entraría en la más absoluta precariedad, objetivo del cual ni el vicepresidente económico, Pep Ignasi Aguiló, esconde cuando ya ha afirmado, días atrás, que la reducción de la inversión pública es para dar más margen de acción a la empresa privada».
Para el sindicato, esta bajada en el capítulo 1 supondrá un «despido indiscriminado de docentes (una media de 3,5 docentes por centro educativo), que se traduce en un aumento directo de ratios, una organización de los centros caótica y estresante, una carencia de atención a las familias y una carencia también de atención a la diversidad».
«En definitiva, las familias y sus hijos serán los grandes perjudicados», ha advertido, al tiempo que ha recordado que aún se está a la espera de que salga el BOIB que regulará «la suspensión de los nombramientos de los interinos que tiene previsto también eliminar el derecho a cobrar los meses de verano de este colectivo de docentes y que restringirá el derecho a cubrir las sustituciones y, por lo tanto, las contrataciones».
Además, ha criticado que el propio redactado es «muy ambiguo», ya que, a su juicio, «no acaba de definir de una forma clara» a qué tipología de interinos afectaría, «si a los interinos-sustitutos (unos 600) o a los interinos que tienen asignada una vacante anual (que son el resto -unos 2.400-) o a todos».
Ante esta situación, CCOO reprueba la «vulneración absoluta de garantías y derechos» que supone este recorte presupuestario para toda la población y exige que el conseller de Educación y Cultura, Rafael Bosch, «deje justificar el recorte asegurando que mantendrá las nóminas de los docentes» cuando, en opinión del sindicato, «lo que hará será eliminar más de 1.000 nóminas de forma drástica y directa al mismo tiempo que aumentará las ya desastrosas cifras de parados que también pagaremos entre todos».
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