El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, y el fiscal jefe de Baleares, Bartomeu Barceló. | Jaume Morey

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El fiscal general del Estado, Cándido Conde- Pumpido, aseguró ayer en Palma -donde presidió una reunión de la Junta de Fiscales Superiores- que el duque de Palma, Iñaki Urdangarín «no tendrá un trato diferencial» en la ‘operación Babel' -que investiga presuntas irregularidades en las relaciones del Instituto Nóos con el Govern bajo la presidencia de Jaume Matas- ya que el aforamiento de los integrantes de la Casa Real se limita al Rey y al heredero de la Corona.
Conde-Pumpido señaló que la decisión sobre la imputación de Urdangarín «la tomará el fiscal jefe Antocorrupción», Antonio Salinas, «después de analizar toda la documentación que ha sido incautada en los registros de Barcelona y los informes que realicen los fiscales de Balears». El fiscal general descartó, por el momento, que el asunto fuese asumido por la Audiencia Nacional, tal y como solicita la defensa de Matas, y que por tanto continuaría en Balears aunque bajo la dirección de Salinas.
Sin presiones
Conde-Pumpido también quiso señalar ante los periodistas que «no he recibido ninguna presión de la Casa Real» sobre el futuro judicial del yerno del Rey.
El fiscal general restó importancia al hecho de que hubiese solicitado el archivo del ‘caso Palma Arena' ya que su reapertura «fue una decisión del juez».