Francina Armengol y Mabel Cabrer, conversando en el Parlament hace unas semanas. | Jaume Morey

TW
2

«Es una orden de Génova directa que el Govern acepta sin rechistar».

Así se refirió ayer la portavoz del PSIB, Francina Armengol, a la decisión del Ejecutivo balear de «retrasar» la aprobación de los presupuestos, previsiblemente hasta después de las elecciones generales. En cualquier caso, los socialistas ven «poco probable» que el Govern tenga tiempo material de llegar al 1 de enero con las cuentas autonómicas aprobadas si no los presenta antes del 31 de octubre.

Armengol, que ve «intereses oscuros» en la decisión, dijo que es «rotundamente falso» que el Ejecutivo no pueda presentar los presupuestos con las previsiones que tiene del Gobierno central, ya que la elaboración de las cuentas es una «decisión política» y además durante los gobiernos del PP se hacían sin contar con estos datos de Madrid.

Sin excusas

En cuanto a la posibilidad de que se puedan prorrogar un año más, que ayer descartó Mabel Cabrer, portavoz del PP, Armengol afirmó que sería «lo nunca visto» ya que se trata de unos presupuestos que, a su vez, están ya prorrogados.

Para el diputado socialista Joan Boned, el Govern «no tiene excusa» para no presentar los presupuestos en tiempo y forma, ya que goza de mayoría absoluta y tiene los datos de crecimiento del Gobierno y la mejora del sistema de financiación, por lo que no hacerlo sería una decisión política que responde sólo a los interes de Rajoy.

Mabel Cabrer, por su parte, justificó el retraso en la necesidad de «aprobar unos presupuestos más realistas».

«Estamos en una convocatoria de elecciones generales que ha hecho que el Gobierno de España no haya querido presentar Presupuestos, una situación que impide que conozcamos los datos de financiación», dijo.