El grupo de delegados sindicales, esta mañana en las dependencias de Alcaldía. | M. Mar García

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Cerca de una decena de delegados de CCOO y del Sindicato Profesional de Policía de Palma ha protestado esta mañana frente a los despachos del alcalde Mateo Isern por un plan de medidas que recorta las condiciones económicas y de trabajo de cerca de 1.200 trabajadores del Ayuntamiento.

El secretario general de CCOO en el Ayuntamiento de Palma, Pedro Castro, ha sido una de las personas que ha encabezado la protesta para impedir que la junta de gobierno municipal apruebe hoy este plan de medidas en el que «se establecen cláusulas que pueden afectar a la prestación de servicios».

Castro ha señalado que una de las más graves medidas es la de cerrar centros de trabajo como el parque de bomberos de la playa de Palma, un «servicio básico de seguridad de la ciudad».

«Nos parece una irresponsabilidad. Se están arriesgando, y saben que se están arriesgando. Si pasa algo, que esperemos que no pase, en la playa de Palma, no se va a llegar en cinco minutos como a otros sitios», ha dicho Castro.

La ley establece que debe haber un bombero por cada mil habitantes, lo que significa que en Palma debería haber 140 bomberos más de los que ya hay, ha recordado.

El sindicalista ha afirmado que el gobierno de Cort tiene «obsesión» con recortar en personal, cuando los trabajadores se han reunido, durante dos semanas, para proponerle otras alternativas como recortar en el gasto de teléfonos móviles o a través de la sectorización de la iluminación de la ciudad.

Los trabajadores del Ayuntamiento que se verán afectados, sin contar a Policía y Bomberos, así como al personal de servicios sociales, son cerca de 1.200 personas, que «rechazan» este plan «innecesario e injusto», que propone, entre otras cosas, «amortizar puestos de trabajo», lo que «corta las expectativas de promoción» y el ingreso de personal nuevo al consistorio.

El nuevo plan, según los trabajadores, carga de trabajo al personal y puede dejar en la calle a cerca de 350 interinos, de los cuales se salvan los de servicios sociales -gracias a las negociaciones entre sindicatos y gobierno- y la Policía municipal.

Además, en el nuevo plan se suspende el pago de horas extraordinarias, medida que los trabajadores rechazan de forma general, en especial los de Infraestructura, donde «el personal está desmotivado y no quiere hacer horas extras sin que se las paguen». «Se puede recortar horas extras, pero si se hacen, hay que pagarlas», ha dicho Castro.

Otra de las medidas suspende los complementos de productividad y del carrera profesional 2012-2013 a todo el personal y no garantiza que en 2014 pueda volver a cobrarse.

El nuevo plan de Cort para el personal prevé medidas de corte disciplinario, «que no tiene nada que ver con el tema económico», como controles sorpresa en el servicio. «Si alguien no está allí y no convence la explicación de porqué no está en ese momento se le sancionará con abandono del servicio».

También, al jefe que no cumpla con el control horario «se le hará una remoción del puesto de trabajo». «Una persona tiene derecho a defenderse, la junta de personal tiene que opinar si es adecuado o no remover a una persona. Hay que abrir un expediente para comprobar una falta», ha recordado Castro ante esta posible aplicación.

Los trabajadores esperan que el alcalde de Palma tenga en cuenta su descontento con el nuevo plan, y confían en que sea revisado.