TW
0

El Parlament balear reprobó ayer al ministro de Fomento, José Blanco, sin que su partido, el PSOE, votara en contra. No fue por el 'caso de la gasolinera' que estos días acecha al también portavoz del Gobierno. Fue por el aumento de dos euros en los billetes de los vuelos entre islas. Los socialistas optaron por abstenerse e incluso trataron de suavizar la moción que presentó el Partido Popular. Como no lo logró, se abstuvo. El PSM-Iniciativaverds- Entesa votó a favor. El argumento del PP para reprobar a Blanco es que la subida de dos euros se hizo «de espaldas al Govern» y aprovechando el cambio en el ejecutivo autonómico, ya que fue acordada el 6 de junio, «un día antes de que se constituyera el Parlament y en pleno traspaso de poderes».

n La pregunta de Armengol. La sesión plenaria, a la que no asistió el president Bauzá (ayer por la tarde regresó de Bruselas) se inició con el turno de preguntas al Govern. La portavoz socialista, Francina Armengol, preguntó al vicperesidente económico, Pep Ignasi Aguiló, y volvió a quejarse del «alarmismo» que causa el Ejecutivo con sus declaraciones y le reprochó su incapacidad para obtener créditos de los bancos. Aguiló le dijo que «alarmismo es haber negado la crisis». Una pregunta del PP sirvió para que el conseller Company reiterara que su idea era que esta legislatura se aprobara un billete que sirviera para la EMT y el consorcio de transportes.

n Apoyo para conseguir el crédito. La poémica y el rifirrafe clásico de los plenos subió de tono con la defensa por parte del diputado Antoni Diéguez (PSIB) sobre la política económica del Ejecutivo. Diéguez echó en cara al Govern sus constantes referencias a la «situación heredada» y sus «lamentos» por la situación econónomica. «Dejen ya de llorar y hagan algo, que al Govern se llega llorado», afirmó en un momento de su intervención. El PP aceptó tres de las siete propuestas de la moción: una daba al Ejecutivo el apoyo del Parlament para que consiguiese «con la máxima urgencia el crédito necesario para pagar a los proveedores»; otra instaba al Govern a cumplir con la medida de presentar a la Cámara el proyecto de inversiones previsto en los presupuestos y, la tercera, le instaba a acometer las gestiones necesarias para lograr los 30 millones que se obtendría con la reforma del impuesto de patrimonio. Eso sí, el PP dejó claro que no subiría el impuesto y que intentaría obtenerlo del Gobierno central por el sistema de «compensación».

n Lucha contra el fraude fiscal. Fina Santiago, en nombre de PSM-IV-Entesa presentó una serie de propuestas para cambiar la política fiscal. Al final, tras una serie de transacciones, logró sacar adelante una propuesta genérica que obliga a poco: instar al Govern y al Gobierno estatal a poner en marcha un paln de lucha contra el fraude fiscal. El fondo se la cuestión y la carga ideológica de la propuestam quedó fuera.
El Parlament, en una reunión de la comisión de Hacienda, se dio por enterado de los informes de la Sindicatura de Cuentas y acató sus recomendaciones.