Protestas de las asociaciones de discapacitados frente al Parlament. | Jaume Morey

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Centenares de personas, convocadas por la Unión de asociaciones, centros y federaciones de asistencia a personas con discapacidad física, psíquica y sensorial de Balears, la UNAC, reclamaron ayer al president Bauzá el cobro de las cantidades que se les adeuda, 4,7 millones de euros, y colapsaron durante más de una hora la calle Palau Reial, entre Conqueridor y la Almudaina, donde se celebraba la toma de posesión del nuevo comandante general de Balears.

La protesta desbordó por momentos las previsiones de la organización y creó algunos momentos delicados que fueron solventados con buena voluntad tanto de la organización como de los agentes de la policía. Entre los manifestantes había personas con diferentes discapacidades, tanto físicas como sensoriales. La protesta, que inicialmente iba a celebrarse ante el Parlament, se trasladó unos metros pero eso no impidió que el president balear, José Ramón Bauzá y representantes del PP, fueran abroncados.

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Bauzá, el portavoz del Ejecutivo, Rafael Bosch y la consellera de Salut, Familia i Benestar Social, Carme Castro, se detuvieron ante las personas que protestaban y habló con el director de la UNAC, Juan Perera.

Ni nóminas ni servicios

Perera explicó que las entidades de la UNAC dan un servicio directo a 2.432 personas y que «estamos viviendo una situación crítica». Dijo que ni pueden pagar al personal ni garantizar los servicios que prestan. Perera elogió que el president les atendiera y le instó a ocuparse personalmente del asunto.
Bauzá les dijo que la atención a las discapacidades era una de sus prioridades, que estaba a la espera de cerrar un crédito con los bancos para pagar a proveedores y que UNAC sería la primera en cobrar.