Esquerra Unida criticó ayer los primeros cien días de gobierno de Mateo Isern al frente de la Alcaldía.

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Los partidos de la oposición en el Ajuntament de Palma (PSOE y PSM-IV-ExM) y EU (sin representación) reprocharon ayer al alcalde Mateo Isern que no haya generado empleo en sus primeros cien días de gobierno, lo que consideran un incumplimiento del eje de su programa electoral. «No ha descendido el número de parados ni se han generado empleos», criticó la ex alcaldesa y ahora jefa de la oposición en Cort, Aina Calvo. «Hay los mismos parados y menos oportunidades», espetó la socialista, que recriminó «una reducción de los servicios básicos» que ofrece el Consistorio. En este sentido, puso como ejemplo el anuncio de subir las tarifas de la EMT, la paralización de la reforma del Camp Redò, etc. Calvo también destacó que «la bandera del diálogo y el consenso ha escaseado» en estos primeros cien días de gobierno de Isern. En este punto, denunció que han conocido los cambios a través de los medios de comunicación lamentó que aún no tienen acceso para acceder a las cuentas del Ajuntament, tal y como tenía la oposición durante la pasada legislatura. «Me parece lamentable que sigamos sin tener acceso al programa de contabilidad, lo hemos pedido tres veces», sentenció la alcaldesa.

«Panorama desolador»

En términos similares valoró los cien primeros días de gobierno municipal el portavoz del PSM-IV-ExM, Antoni Verger. En su opinión, el panorama es «desolador» y criticó el «provincianismo, los recortes sociales, patinazos y falta de consenso», que en su opinión han marcado estos primeros cien días de gobierno.

Calvo y Verger hicieron especial hincapié en que el gobierno no haya contratado a las 346 personas previstas del SOIB y exigieron un plan global de austeridad, en lugar de ir haciendo recortes decididos de manera unilateral.

Pese a no tener representación en Cort, EU también valoró los primeros cien días de Isern. En este sentido, calificaron de retroceso las políticas llevadas a cabo durante este tiempo y los escenificaron en la plaza de Cort simbolizando un entierro a las políticas sociales y de movilidad llevadas a cabo desde el Consistorio.