El ex president del Govern Francesc Antich y el ex conseller d'Economia Carles Manera. | J. Lladó

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Casi tres meses después de haber abandonado el poder, el ex president del Govern, Francesc Antich, decidió ayer romper su silencio y defendió su gestión, acompañado por el que fuera su conseller d'Economia, Carles Manera. Ambos negaron la deuda del Ejecutivo con los proveedores supere los 1.100 millones de euros y la redujeron a 400 millones. Además, Antich negó que la deuda bancaria del Govern sea de 5.100 millones de euros como dijo José Ramón Bauzá en Madrid. Sin embargo, los populares puntualizaron que dicha cifra se refiere «números redondos» correspondiemtes a la suma de la deuda bancaria (4.064 millones en diciembre de 2010 más 300 millones de euros de los bonos patrióticos según el Banco de España), más los 1.100 millones de euros que aseguran que se debe a los proveedores.

Antich acusó a su sucesor de «hacer catastrofismo de las cifras de la Comunitat», lo que en su opinión «no ayuda a crear seguridad, sino desánimo». En este sentido, recordó que dejaron apalabrados 150 millones de euros con las entidades financieras y culpó a la actitud de Bauzá de no crear el clima propicio para firmarlos. «Es muy difícil que los bancos se fíen cuando dices que no podrás pagar las nóminas», espetó el aún secretario general del PSIB-PSOE.

«Alarmismo innecesario»

En términos similares se expresó Manera, que culpó a Bauzá de «crear un alarmismo innecesario». El ex conseller d'Economia defendió la gestión del Govern de Antich. Entre otros asuntos, señaló que dejaron «las cuentas claras y auditadas» y destacó que «nunca se había aprobado la Cuenta General de la Comunitat en el mes de junio», ya que lo habitual es hacerlo en agosto. Además, subrayó que dejaron un superávit de 4,31 millones de euros en las cuentas de la Agencia Tributaria; al tiempo que responsabilizó a Bauzá de querer desmantelarla.

En lo que se refiere a las facturas pendientes de pago a los proveedores, el ex conseller reiteró que es de unos 400 millones de euros y no de 1.100 como aseguran desde el Ejecutivo de Bauzá, al que retó a demostrar de dónde salen los 700 millones de euros de diferencia. En este punto, los socialistas consideran que las partidas nominativas para pagar mensualmente y generadas a comienzos del ejercicio para pagar a la Universitat, los Consells, empresas públicas y otras administraciones no se pueden computar como impago a proveedores porque «no está vencido y no son proveedores».

Manera sí reconoció que existen problemas de tesorería y recordó que Madrid no ha pagado los 240 millones de euros de los fondos de competitividad. Además, los socialistas acusaron a los populares de renunciar a ellos para que el Ministerio de Economía aprobase el Plan de Saneamiento de Balears.

Manera se negó a comparecer en el Parlament como ha solicitado el PP, ya que no es diputado y «la comparecencia la hice el 24 de mayo».

Antich también recriminó a Bauzá que haga «electoralismo» con la cuentas de la Comunitat. «No puede ser que porque vengan las elecciones se haga esto», sentenció.

Críticas del PP

Por su parte, el secretario general del PP, Miquel Ramis, reiteró la validez de las cifras facilitadas por Bauzá y calificó de «catastróficos» los cuatro años de la pasada legislatura. «Antich estaría mejor calladito en el Senado, que es donde lo han puesto sus compañeros, para que hiberne», aseveró. Ramis acusó a los socialistas de «fariseismo» y de incapacidad de gestión. En este sentido, vaticinó que Antich y Manera padecerían «insomnio» si tuvieran que responder con su patrimonio por su mala gestión. El secretario general del PP consideró que «no tenemos por qué entrar en esta discusión; estamos para intentar gestionar la catástrofe que dejaron en las Islas».