Bosch y Aguiló, en el momento de iniciar la rueda de prensa posterior al Consell de Govern. | Joan Torres

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Más de tres meses después de ganar las elecciones autonómicas, el pasado 22 de mayo, el PP balear se estrena hoy en el Parlament con el aval de su mayoría absoluta (35 escaños de un Parlament de 59), la más grande nunca conseguida en Balears y con la tranquilidad de que sacará adelante todos sus proyectos sin tener que pactar con con nadie.

El Govern ha recurrido hasta ahora a la fórmula del decreto ley, que luego tiene que ser convalidado por el pleno del Parlament, para todas las medidas que ha adoptado desde que se constituyó el pasado junio, entre ellas la más polémica de todas: el nombramiento de un conseller del Ejecutivo, concretamente el de Presidència, Antoni Gómez, como director temporal de la radio y televisión autonómica, IB3.

El fin de la subvención

Con independencia de que hoy se alcance un acuerdo para pactar el nombre del director general definitivo (ver información en página siguiente), lo que llevará el Govern al pleno extraordinario de hoy es la convalidación del 'decretazo' por el que se nombró a Gómez.

En caso de no ser convalidado (algo impensable dada su mayoría absoluta) todas las actuaciones de Gómez, incluidas sus órdenes de pago, quedarían sin soporte legal. Tanto Viçenc Thomás (PSIB) como Fina Santiago (PSM-Iniciativaverds-Entesa) calificaron de «hecho sin precedentes en una democracia» que un conseller del Govern fuera director general de la televisión.

La oposición se opondrá, igualmente, a validar los otros tres decretos leyes que lleva el Govern.

También criticaron que, ayer mismo, el Ejecutivo recuriera a esta vía para aprobar su primera ley, la de apoyo a los empendedores y a la micro, pequeña y mediana empresa.

La oposición no entiende que una ley que tardará un año en desarrollarse (se supedita a un reglamento posterior) tenga que ser llevada sin consensuar al Parlament.

Esta ley, tal como informó este diario el día que fue presentada a los agentes sociales, nace sin cuntificación presupuestaria y es más bien una declaración de intenciones que el vicepresidente económico, Pep Ignasi Aguiló, presenta como 'hoja de ruta' para los próximos años.

El Ejecutivo aprovecha esta ley, que ha quedado 'colgada' en las redes sociales, para anunciar «el fin de la cultura de la subvención».

Ni Aguiló ni el portavoz del Govern, Rafael Bosch, pudieron precisar ayer cuánto se podría ahorra con «el fin de la cultura de la subvención».