El urólogo y andrólogo Alfredo Mus, en las instalaciones del Centro de Urología, Andrología y Sexología de la Clínica Rotger. | S. Amengual

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Alfredo Mus (Palma, 1962), estudió Medicina en Barcelona y realizó la residencia en el Hospital Universitari Son Dureta. Especializado en Urología y Andrología, Mus ha trabajado durante años en Son Dureta, lleva 15 años ejerciendo su labor en el Centro de Urología, Andrología y Sexología de la Clínica Rotger y 10 años en el Hospital Son Llàtzer.

-¿Por qué hay tanta demanda de revisiones de próstata?
-La próstata, que cuando yo empecé la especialidad a finales de los años 80 era un tema secundario, ha hecho un cambio espectacular en los últimos 20 años, básicamente por dos motivos, el primero es que la gente vive más tiempo y quiere más calidad de vida, por lo que reacciona mucho antes cuando nota molestias y lo que ha hecho que haya un 'boom' de revisiones de próstata es la aparición de una proteína en la analíticas que es el PSA, un marcador de riesgo tumoral.

-¿Qué alteraciones se producen más habitualmente en la próstata? ¿Qué síntomas avisan al varón de que puede tener alguna alteración?
-Los síntomas que depara la próstata son, básicamente, trastornos en la emisión de la orina, el aumento en la frecuencia urinaria, tanto diurna como nocturna, y, en los casos más severos puede provocar infecciones urinarias o retención de agua en la orina. Los síntomas vienen derivados de que, con el tiempo, la próstata crece y cuando crece se estrecha el conducto urinario y la orina tiene dificultades para salir, pero la presión para orinar es menor. Estos problemas pueden alterar mucho la calidad de vida de la persona que sufre problemas de próstata.

-¿A qué edad se recomienda al varón que acuda a una revisión de la próstata?
-Las revisiones de próstata se recomiendan a partir de los 50 años, aunque algunos estudios ya proponen que se lleven a cabo a partir de los 45 años. Es decir, entre los 45 y 50 años. Si hay un antecedente familiar, por ejemplo el padre con cáncer de próstata, se recomienda que incluso las revisiones se hagan antes.

-¿Hay que hacerse una revisión anual?
-Sí. Mediante la revisión anual podemos detectar, de forma precoz, el cáncer de próstata, en fases iniciales de su evolución, y disponemos de tratamientos curativos altamente eficaces.

-¿Qué enfermedades están relacionadas con la próstata?
-Hay tres grandes grupos de enfermedades: el cáncer; el crecimiento benigno de la próstata, denominado hiperplasia benigna, y las enfermedades infecciosas e inflamatorias, llamadas prostatitis. El cáncer de próstata y la hiperplasia benigna suelen aparecer a partir de los 45 o 50 años, mientas que las prostatitis pueden surgir a cualquier edad.

-¿Se ha notado un incremento de casos de cáncer?
-Sí, pero debido a que se han incrementado mucho las revisiones anuales y se diagnostican en fase precoz. Hace 20 o 25 años la mayoría de los cánceres de próstata se diagnosticaban por metástasis óseas.

-¿Qué tipo de técnicas utilizan para combatir las patologías de la próstata?
-Para la patología inflamatoria o infecciosa el tratamiento es a base de antibióticos y antiinflamatorios. La hiperplasia benigna o crecimiento de próstata se trata con fármacos -con los que se pretende mantener la próstata más abierta- y el tratamiento quirúrgico consiste en vaciar la próstata y esta intervención se suele llevar a cabo por el conducto urinario y en esta última década se ha ido sustituyendo el bisturí eléctrico por el láser. La ventaja fundamental que tiene la utilización del láser es el control del sangrado del paciente y además se acorta notablemente el periodo postoperatorio. Nuestro centro es pionero en Balears en el ámbito de la cirugía prostática con láser, y también uno de los primeros que la puso en marcha en toda España.

-¿Y en el caso del cáncer?
-En el caso del cáncer tenemos que extirpar toda la próstata. En estos casos, es frecuente que se pueda producir impotencia, porque los nervios erectores están situados justo en la parte posterior y lateral de la próstata y se pueden lesionar durante la intervención quirúrgica. Hay un alto porcentaje de casos de disfunción eréctil después de la cirugía del cáncer de próstata.
-¿Y en los casos benignos también puede haber problemas de disfunción eréctil e incluso de impotencia?
-Depende de los fármacos utilizados, los que reducen el crecimiento de la próstata sí que pueden provocar disfunción eréctil. La utilización del láser no produce impotencia, ya que no afecta a los nervios erectores.

-Ustedes practican la criocirugía. ¿Cómo se utiliza esta técnica?
-Estamos hablando de una técnica que utiliza unas agujas que, insertadas en la próstata, destruyen por congelación. Se trata de un método físico que permite la destrucción del tejido prostático sin tener que operar.

-Los problemas de la próstata están bien tratados en la sanidad pública balear.
-Sí. Los hospitales públicos están bien preparados para tratar los problemas de próstata.