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Emaya reorganiza prácticamente a diario los trabajos de limpieza de Ciutat con la finalidad de paliar, en la medida de lo posible, la falta de personal, ya que este verano no se ha contratado personal para cubrir las vacaciones (unos 150 trabajadores). Así, los días que atracan cruceros en Palma se duplica el número de empleados encargados de vaciar las papeleras, ya que se incrementa el número de visitantes y suelen traer cajas de picnic que llenan rápidamente las papeleras. Otras medidas novedosas son baldear a diario las zonas turísticas, limpiar debajo y al lado de los contenedores, etc.

Precisamente con la finalidad de adaptar los recursos de la empresa a las necesidad de la ciudad, ayer se incorporaron a Emaya Alonso Gallardo, como director de Operaciones, y Carlos Nadal, como director de Recursos Humanos. Pese a los avances, Garau reconoció que no está satisfecho con el nivel de limpieza de Palma, al tiempo que criticó la «demagogia» del PSOE, que hasta hace dos meses gobernaba en Cort. Sin embargo, los socialistas denunciaron ayer la suciedad de los polígonos de Son Castelló y Can Valero, a lo que Garau respondió que se están coordinando con Infraestructures para dar una respuesta.

Implicación del alcalde

Por su parte, el propio alcalde Mateo Isern manifestó ayer su preocupación por los problemas de limpieza de Ciutat y confesó que sigue personalmente «el día a día». Isern se comprometió a solucionar «a corto plazo» los problema de limpieza. Además, recordó que esta situación no se debe a una falta de previsión, ya que recordó que el gobierno de Calvo no contrató a los 150 trabajadores que cubrían las vacaciones y la difícil situación económica en la que se encuentra la empresa ha impedido al equipo actual hacerlo. «Sabíamos que había una demanda superior, pero no hemos tenido tiempo ni presupuesto para contratar a estos 150 trabajadores», argumentó.

El alcalde también se refirió a la necesidad de reestructuras la empresa y conseguir que sea competitiva. Así, consideró que no es posible que los trabajadores disfruten sus vacaciones entre abril y el 30 de septiembre, justo cuando Palma recibe al mayor número de turistas y requiere más personal para mantenerla limpia. No obstante, Isern se mostró confiado en llegar a un acuerdo con los empleados de Emaya para cambiar esto.