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El cineasta mallorquín David Carreras, quien ha declarado en calidad de imputado dentro de una de las piezas del 'caso Ibatur', ha admitido que mantuvo una reunión con el conseller de Turisme en la pasada legislatura, Miquel Nadal, con el objetivo de proyectar el Festival Internacional de Cine de Mallorca, una iniciativa a través de la cual, según los investigadores, el ex dirigente de UM y el ex director general de Promoción Turística, Joan Sastre, intentaron desviar 2,1 millones de euros públicos procedentes del Instituto Balear de Turismo (Ibatur).

En su comparecencia ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2, Juan Ignacio Lope Sola, el fiscal Juan Carrau y varios abogados personados en la causa, Carreras, que se ha desplazado desde Alemania para prestar declaración, ha aseverado que el festival finalmente no fue llevado a cabo debido a que diversas entidades colaboradoras que iban a aportar dinero al evento se echaron atrás, si bien el cineasta dejó de cobrar los aproximadamente 650.000 euros que abonó y que el Ibatur debía pagarle para sufragar los gastos que supuso la puesta en marcha del festival, en virtud de un convenio suscrito entre Nadal y el Mallorca International Film Festival (Maiff).

Niega las irregularidades

Así lo han informado fuentes jurídicas a Europa Press, que han señalado que durante la deposición el encausado, asistido por una letrada de Barcelona, ha asegurado que las facturas que presentó ante la empresa dependiente de la Conselleria de Turisme correspondían a trabajos que fueron llevados a cabo, como las diversas presentaciones que se efectuaron del festival y la presencia de numerosos actores en ellas, motivo por el que ha negado cualquier tipo de irregularidad al respecto.

Sobre estos hechos, en torno a los cuales se investigan presuntos delitos de malversación de caudales públicos, ya fueron interrogados Nadal y Sastre, quienes fueron arrestados por segunda vez por un caso de presunta corrupción -ya fueron arrestados en el marco del 'caso Voltor'-. En el caso del ex conseller, el juez decretó su personación diaria ante el Juzgado a fin de evitar que se sustraiga de la acción de la justicia a tenor de la gravedad de los hechos que se le imputan.

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Ni Munar ni Cañellas están imputados

Por otro lado, cabe destacar que la Fiscalía no ha solicitado por el momento la imputación de la ex presidenta del Consell y del Parlament, Maria Antònia Munar, en uno de los flecos de otra causa que también afecta a UM, el 'caso Voltor', como tampoco la ha pedido para el ex conseller de Deportes del Govern, Mateu Cañellas, el ex director insular de Relaciones Institucionales, Josep Lliteres, y la ex líder 'uemita' en Calvià, María José Rodríguez. Varios imputados han señalado a estos dos últimos durante las declaraciones que han tenido lugar en las últimas semanas.

En concreto, Las pesquisas van dirigidas a averiguar si ex altos cargos del Consell, entre ellos Nadal, favorecieron la contratación irregular por parte del Consorcio de Informática Local de Mallorca (Cilma) de una treintena de militantes 'uemitas' con motivo de la puesta en marcha de los proyectos Infomallorca, EIEL y Mallorca Digital, que habrían servido para camuflar su colocación.

Las citaciones se produjeron a petición del fiscal anticorrupción Miguel Angel Subirán después de que el ex gerente del Cilma, Eugenio Losada, aportase a la magistrada un listado y varios correos electrónicos en los que figuraba el nombre de estos empleados 'fantasma', presuntamente colocados a instancias de los ex altos cargos de UM, según informaron fuentes jurídicas.


En total, según la documentación entregada por Losada -también imputado-, un total de 34 empleados fueron contratados para trabajar en las tres iniciativas cuyo coste, con cargo a las arcas del Cilma, oscilaba entre los 110.000 y los 190.000 euros anuales.

En concreto, los fondos públicos destinados a Infomallorca eran 190.000 euros hasta 2005, año a partir del cual la cantidad se situó en los 167.000 euros anuales hasta 2007. Por su parte, el coste de Eiel en 2007 fue de 110.000 euros mientras que el de Mallorcadigital, el único de los tres que ya no está en marcha, fue de 160.000.