Pau Ramis, derecha, y su abogado Fernando Mateas. | Jaume Morey

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La titular del Juzgado de lo Penal 6 de Palma, Ana María Camesselle, ha absuelto al doctor Pau Ramis de un delito de contrabando de obras de arte «por falta de pruebas que enerve la presunción de inocencia», según señala la sentencia.

También, han sido absueltos Stefanie Fellmer y Oliver Kaufer quienes, de una manera u otra, colaboraron con el doctor Ramis para el transporte desde Suiza a Palma de los cuadros «Filósofo con espejo», de Juseppe Ribera y «María con Jesús joven» valorados en 226.264,72 euros.

Según el Ministerio Fiscal y los acusadores particulares, la Agencia Tributaria y Cristóbal Pizá, la introducción de esos cuadros en España es constitutiva de un delito de contrabando ya que no se siguieron los trámites preceptivos en la aduana.

Peticiones

Por ello, el fiscal solicitaba para los tres acusados las penas de un año y seis meses de prisión, una multa de 674.804,16 euros y que indemnizaran a Hacienda con la cantidad de 15.838,53 euros.

Oliver Kaufer, amigo de Pau Ramis, fue el que trajo las dos obras a Mallorca desde Suiza, y Stephanie Fellmer, empleada del servicio de cargo en el aeropuerto de Palma, la que transportó los cuadros, por despiste u error, señala la sentencia, fuera de la zona en la que debería hacerlo, es decir, una vez pasado el control de aduanas.

La juez señala en su resolución que tras escuchar el relato de varios testigos en el juicio, llega a la conclusión de que no existe el dolo o elemento subjetivo que pretenden las acusaciones, y que hay «falta de prueba del concierto entre los acusados».

Precisamente, lo voluminoso de los cuadros, que dificultaron el transporte a España y después a la Terminal del aeropuerto, fue «un elemento decisivo» para que no pasaran las zonas habilitadas para aduanas, añade..

Ramis alegó en el juicio que adquirió los cuadros con la intención de inscribirlos en el catálogo de Patrimonio Nacional, lo que implicaba una serie de beneficios fiscales para él y para lo que necesitaba todos los papeles en regla. Así, los dos cuadros fueron declarados en Suiza, pero no luego al aterrizar en Palma. Los acusados aseguraron que se trató de un error por desconocimiento de los trámites.