Armengol y Antich hablan en el Parlament en presencia de Carles Manera, exconseller d'Economia. | Teresa Ayuga

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El Govern adeuda en la actualidad 240 millones de euros al Consell de Mallorca. Esta deuda se ha acumulado durante el mandato de Antich en el Govern y mientras Francina Armengol presidía el Consell de Mallorca, según ha podido saber este periódico.

Los populares habían calculado a la baja la deuda del Govern con el Consell. En diciembre del pasado año, el entonces portavoz del PP en el Consell, Fernando Rubio, cifró la deuda en 90 millones de euros. La realidad es muy distinta. Una revisión inicial de las cuentas de la institución insular han confirmado que el Govern adeuda en la actualidad unos 240 millones, una cantidad que supera la mitad del presupuesto total del Consell.

Los distintos convenios firmados entre Govern y Consell de Mallorca no se han cumplido. Una de las grandes cantidades pendientes de pago corresponden a las inversiones estatuarias. A pesar de que Antich y Armengol vendieron la pasada legislatura que los consells tendrían mucho más protagonismo, la realidad, al menos económica, ha sido muy distinta. Las promesas económicas del Govern no se han cumplido, según fuentes de la institución insular.

El Gobierno, al día

En cambio, el Gobierno central abona puntualmente todos sus compromisos económicos con el Consell de Mallorca. En estos momentos, el Gobierno de Zapatero está al día con las partidas comprometidas con el Consell, aunque la cantidad que transfiere mensualmente el Estado ni siquiera basta para pagar las nóminas de los funcionarios de la institución insular.

El Consell está terminando de elaborar las auditorías para conocer la situación económica de la institución. Previsiblemente la próxima semana se conocerá mucho mejor cuál es el déficit de la institución y qué adeuda al Consell a los distintos proveedores.

Aunque la institución no quiere adelantar todavía su diagnóstico sobre la situación económica, los primeros indicios hacen presagiar que la situación es la esperada. El gran problema del Consell es que se encuentra al borde de los límites del endeudamiento y no puede recurrir a las entidades de crédito para disponer de liquidez económica.

En cambio, el PSOE aseguraba antes de dejar el poder en el Consell que dejaba una situación saneada, con 230 millones de euros disponibles y una ejecución del presupuesto que rondaba el 35 por ciento.