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Lo denominarían «Zona Verde Real Ya», y suena a los mismos fundamentos de la democracia participativa que durante siete semanas se instaló en Plaça d'Espanya. Una plataforma ciudadana está trabajando en la recogida de firmas y actividades públicas para oponerse a la intención del RCD Mallorca y otros propietarios del estadio Lluís Sitjar de reeditarlo como instalación deportiva -y con centro comercial- en el populoso barrio de es Fortí.

La plataforma ciudadana, que extiende su propuesta a través de entidades ciudadanas ya constituidas, pero de forma notable por las redes sociales de internet, dice oponerse a «un nuevo parque de asfalto en la ciudad», y es contraria a la edificación de un moderno estadio sobre la base de lo que fuera el Lluís Sitjar, declarado en ruina por el Ajuntament de Palma y recientemente desalojado por las fuerzas de orden público por orden judicial de los ocupantes ilegales de sus zonas de vestuarios.

Firmas y presión

Con más de 150 adhesiones en apenas dos días, la plataforma afirma que su objetivo es reunir el máximo número de personas para reivindicar que el antiguo estadio Lluís Sitjar se convierta en un auténtico bosque urbano y un pulmón verde en medio de la ciudad».

A través de redes sociales como Facebook, la iniciativa ciudadana señala que su intención es «reunir el máximo número posible de firmas entre ciudadanos y entidades cívicas ya constituidas para hacer fuerza y poder presionar al Ajuntament».

Entre las propuestas para sumar el mayor número de elementos ciudadanos a su propuesta, la plataforma invita a sumarse al destino «verde» de las instalaciones del antiguo campo de fútbol a quienes «rechazan que un club de fútbol que dejó degradar un terreno privado hasta que tuvo que ser declarado en ruina, quiera ahora reeditarlo levantando un nuevo estadio y un centro comercial».

La iniciativa ciudadana propone como alternativa a las edificaciones en la parcela que ocupaba el estadio Lluís Sitjar un proyecto de reforestación permanente, así como huertos urbanos con contenedores de madera y otros restos vegetales para el compostaje de resíduos, «y un sistema pluvial sostenible».