Rotger, presidente del Parlament, el día de la apertura solemne de la VIII Legislatura. | J. TORRES

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La mayoría absoluta obtenida por el PP en las elecciones del 22 de mayo, cada vez se hace más visible: hasta 15 personas iban en las listas de Mallorca al Parlament y al Consell (pueden ser más de aquí a unas semanas) que no lograron representación se sentarán en el Parlament y en el Consell.

Las incompatibilidades recogidas en dos leyes (la de incompatibildiades y la de consells, que impiden simultanear el escaño y el puesto de director general i insular), la 'doctrina Bauzà', que ha obligado a renunciar a su escaño a quienes forman parte de su Govern y la posibilidad de elegir a no electos para el Consell (Salom ha elegido a dos) está provocado un movimiento en las listas electorales que se expresa gráficamente en la candidatura de Mallorca al Parlament: José María Rodríguez, que cerraba la lista en número 33, está sólo a cinco puestos de acceder a la Cámara. Rodríguez es senador a propuesta del PP y no descarta acceder a la Cámara. Después de Rodríguez, ya habría que echar mano de los suplentes.

El caso de Ferrando

Este baile de nombres, está provocando situaciones muy curiosas. Es el caso de Margalida Ferrando, que ocupaba el número 20. No salió; entró junto a otras cinco personas más en sustitución de quienes habían dimitido y, poco después, fue nombrada directora general, lo que le ha obligado a dimitir y la lista ha vuelto a correr. Ayer, dos directores insulares no pudieron prometer formalmente su cargo: el pleno del Consell debe conocer antes su dimisión como cargos corporativos.