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El abogado del periodista Antonio Alemany ha solicitado su libre absolución en el escrito de defensa que ha presentado de cara al juicio que prevé celebrarse por la contratación presuntamente irregular del articulista por parte del ex presidente del Govern, Jaume Matas, y junto a él ha entregado un total de 358 artículos que el acusado redactó en su digital Libertad Balear a fin de negar que Alemany intentase ensalzar la actividad política de Matas a cambio de subvenciones y otros tratos de favor, tal y como sostienen la Fiscalía Anticorrupción y la Abogacía de la Comunidad Autónoma.

En su escrito, presentado después de que las acusaciones hayan solicitado cinco años y medio de prisión para el imputado, la defensa niega tajantemente que los distintos acusados de esta pieza separada del caso Palma Arena -en la que también está acusado Matas- se concertasen para beneficiar de forma arbitraria al periodista con fondos públicos -que según los investigadores ascenderían a 483.186 euros- mientras éste creaba como contraprestación un clima de opinión favorable durante la segunda legislatura en que Matas fue máximo mandatario de la Comunidad Autónoma (2003-2007).

Para ello, el letrado de Alemany, Javier Fernández, ha entregado un disquette que contiene 358 artículos con los que el acusado quiere demostrar que sólo tres o cuatro de ellos contienen elogios al ex jefe del Ejecutivo autonómico -para quien Fiscalía y acusación particular reclaman ocho años y medio de cárcel- y de este modo alegar que estos comentarios no se pueden extrapolar al resto de artículos de opinión escritos por el periodista, según han informado fuentes jurídicas a Europa Press.

El escrito de defensa rebate además que la subvención de 449.734 euros que según las acusaciones percibió Alemany para camuflar la creación de un medio afín al PP -Libertad Balear- no fue destinada a este propósito sino a la puesta en marcha de la Agencia Balear de Noticias (ABN). De hecho, el propio Alemany aseveró ante el juez instructor José Castro que sin esta aportación económica, que según certificó por su parte el grupo de delincuencia económica de la Policía Nacional fue de 270.000 euros, el proyecto para la gestión de ABN hubiera sido inviable ya que se destinó a gastos de contratación y material.

UNA SUBVENCION «DE LO MAS DECENTE DE LA DEMOCRACIA»

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Asimismo, llegó a afirmar que esta subvención fue «de lo más decente en los treinta años de la Democracia» y explicó de forma pormenorizada el funcionamiento tanto de ABN como de Libertad Balear a fin de respaldar que se trataba de dos sociedades «independientes entre sí, como ha quedado acreditado documentalmente», según recalcó.

La Fiscalía postula sin embargo que ABN fue creada expresamente por Alemany para poder optar a la anterior subvención y camuflar de este modo la verdadera intención de ésta: poner en marcha un periódico digital -Libertad Balear- afín a la actuación del Gobierno del PP, motivo por el cual Matas accedió a esta solicitud. Alemany situó, de acuerdo a las pesquisas, a uno de sus sobrinos como administrador único de ABN presuntamente para ocultar su participación y poder solicitar la subvención.

Según las acusaciones, lo que «se ocultaba no era más que utilizar fondos públicos para un fin puramente particular, la creación y desarrollo de una actividad mercantil que beneficie económicamente a Alemany a la vez que le suponga a Matas contar con un medio periodístico para su ensalzamiento personal», prosigue el escrito de los fiscales.

Los fiscales Pedro Horrach y Juan Carrau así como la abogada del Govern María Angeles Berrocal sostienen que Alemany acudió a Matas para solicitar una forma de retribuirle los servicios que le venía prestando desde antes de que éste fuese presidente -elaboración de discursos e intervenciones públicas-, una conducta que, «adornada con las formalidades legales necesarias», habría durante toda la legislatura 2003-2007 compatibilizando la redacción de los mismos con la crítica periodística «favorable» a través de los medios en los que Alemany colaboraba.

En concreto, ésta es la número tres de las 26 piezas en que está dividido el caso Palma Arena, que investiga un presunto desvío de más de cincuenta millones de euros durante la construcción del velódromo palmesano (2005-2007) así como su supuesta vinculación con el elevado tren de vida llevado por Matas cuando era máximo mandatario de Baleares. También se indaga la conexión de este desfase con una supuesta financiación irregular del PP.