Las tareas de demolición del edificio Flex, actualmente en ruinas, han comenzado hoy. | Teresa Ayuga

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El Ajuntament de Palma comenzó ayer el derribo del edificio Flex, que se prolongará a lo largo de dos semanas, a las que hay que añadir otras dos para retirar los residuos que serán transportados a la planta de tratamiento de Mac Insular. En total, la demolición del edificio supondrá 8.500 toneladas de residuos, a las que hay que añadir 50 toneladas de basura, madera y electrodomésticos. Como se recordará, el edificio Flex tiene 7.500 metros cuadrados, repartidos en una planta más cuatro alturas.
La regidora d'Urbanisme, Yolanda Garví, se desplazó al edificio Flex para explicar que los trabajos se están realizando con una retro-excavadora. Además, destacó que el proceso de demolición será inverso al de su construcción, es decir, se comenzará por la planta más alta, piso a piso, hasta el suelo.
Cort adjudicó las obras de demolición el pasado 28 de marzo a la empresa Excavaciones Olloquiegui SA, por un importe de 459.689 euros.
Las últimas semanas la empresa adjudicataria ha realizado las tareas previas al derribo, que consisten en vallar el solar y limpiar por dentro del edificio; así como sacar los elementos de amianto que se han localizado, según la normativa vigente.