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El candidato del PSIB a la Presidencia del Govern, Francesc Antich, ha asegurado hoy estar en contra de que los ciudadanos tengan que pagar la sanidad pública y se ha comprometido a invertir en mejorar la atención primaria y los servicios sociosanitarios, si gobierna tras las elecciones del 22-M.

El presidente ha dicho estar «muy preocupado» porque «algunos quieren dar solución a la situación de dificultades económicas hablando de privatizaciones y copagos» y ha defendido que los socialistas no están «nada a favor de que la gente para ir a hacerse radiografías, ir a buscar medicamentos o para cualquier relación con la sanidad pública, tenga que pagar».

Antich ha visitado hoy, junto al conseller de Salud y Consumo, Vicenc Thomas, la nueva unidad básica de salud de El Molinar que fue inaugurada el pasado marzo, porque la considera «un buen ejemplo» de la labor llevada a cabo por el Govern durante esta legislatura en la mejora de las infraestructuras sanitarias y del trabajo que aspira a seguir realizando si gobierna tras las elecciones del 22-M.

Tras la visita, el candidato socialista ha declarado a los medios que considera que la atención primaria es «la primera puerta de la sanidad y lo más próximo a la gente», por lo que entiende que es necesario mejorarla.

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«En esta legislatura hemos trabajado mucho para mejorar esta proximidad y para evitar muchos viajes de los ciudadanos a los hospitales, dándoles más servicios y unas unidades básicas y centros de salud más grandes y adaptados a sus necesidades», ha asegurado Antich.

Ha especificado que se ha aumentado la plantilla de atención primaria en 150 profesionales y se han construido o ampliado un total de 40 centros de salud, con una inversión superior a 110 millones de euros.

«Estamos hablando de que uno de cada dos ciudadanos de Baleares ha visto mejorado su centro de salud y este es el trabajo que queremos seguir haciendo», ha señalado el líder del PSIB.

Se ha comprometido a seguir ampliando la cartera de servicios de atención primaria, dotando las infraestructuras de servicios como pediatría o fisioterapia, y también a dar respuestas a los enfermos crónicos y mejorar la oferta socio-sanitaria de Baleares, sobre todo con el proyecto de adaptación del antiguo hospital de Son Dureta.

La nueva unidad básica de salud de El Molinar fue inaugurada el pasado marzo, presta servicio a 5.109 titulares de tarjetas sanitarias de dicho barrio palmesano aunque está preparado para atender a una población de hasta 8.000 y es un edificio de tres plantas con un total de 1.143 metros cuadrados construidos que ha costado 1,6 millones de euros.