Carlos Gómez y Antoni Terrasa. FOTO: S. AMENGUAL

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La Sala de Gobierno del TSJB aprobó ayer un informe del presidente de la Audiencia, Carlos Gómez, que detalla la situación límite en la que se encuentran las dos secciones penales del órgano. El documento que ha sido remitido al Consejo General del Poder Judicial y a aspectos conocidos como la excesiva carga de asuntos de gran complejidad menciona por primera vez otras cuestiones. En concreto, describe un «clima de desmoralización» entre los propios magistrados.

La mejor prueba es que en los últimos dos años han abandonado la sede tres magistrados: Juan Catany, presidente de la Sección Segunda, que ocupa el Juzgado de Instrucción número 1; Carlos Izquierdo, de la primera, ahora en Violencia de Género 1 y, el último, Miquel Arbona, también de la Primera, que va a pedir una excedencia para ejercer como abogado.

Problemas

La segunda novedad es que se constata el «mal funcionamiento crónico» de la Sección Primera que afecta a la secretaría y a los jueces. Junto a los dos magistrados que han dejado el órgano, otra de esta sección, Mónica de la Serna, ocupa ahora una plaza en la Segunda. Es decir, de los cuatro magistrados que hace año y medio formaban esta Sala ahora sólo permanece su presidenta, Margarita Beltrán.

El informe aprobado fue solicitado por los vocales territoriales del CGPJ. El texto propone una batería de medidas para encauzar la situación. A corto plazo solicita mantener los refuerzos actuales y aumentar en un funcionario las oficinas de cada una de las dos secciones penales.

La principal reivindicación es la puesta en marcha de una nueva sección penal. Ahora, funciona una de refuerzo que, sin embargo, no ha implicado el aumento del número de magistrados. La Audiencia tiene dos secciones penales desde mediados de los años ochenta.

El informe también alerta de la inminente llegada a la Audiencia de un gran número causas de corrupción y de juicios como la 'operación Kabul' con más de 60 acusados.